La descentralización, el criterio que manejamos acerca de la guerra federal que se celebra como fecha patria esencial, a la altura de la independencia, y se marca en batalla en la cinta del escudo nacional, es la victoria de las regiones o la integración de las regiones al total nacional, atado, unido y amarrado como un todo armónico en las espigas. En términos bien generales, he contado en otras oportunidades, la historia de lo que fue de mi propia vivencia: la batalla cívica que dimos desde la primera vez que ganamos la gobernación del estado Zulia en el año 1996, en debate con Hugo Chávez, por la Ley de Asignaciones Económicas Especiales, LAEE.
Parecía imposible entonces que lográramos el objetivo y ahí nos vimos obligados para unificar el esfuerzo sin distinción de todos los gobernadores, hablamos con los diputados que representaban a las provincias o que eran voceros como nosotros decimos, ahora de las provincias de los estados, inclusive discutiendo con algunos zulianos, que no querían esa ley sino para las entidades petroleras. Entendimos que esta desconcentración, este avance en la descentralización que significaba la Ley de Asignaciones Económicas Especiales, debería favorecer a todas las regiones e incluimos una distribución equitativa en el proyecto que al final fue aprobado por el viejo congreso, primero por la cámara de diputados y ratificado por los senadores.
La historia final de esta ley yo la he relatado muchas veces, y otra vez voy a recordar ese diciembre, luego que logramos la declaración de "emergencia" en el congreso gracias a algunos diputados, incluso diputados de lo que fue el Movimiento al Socialismo, recuerdo allí entre otros a Rodrigo Cabezas.
El Presidente Rafael Caldera en su visita de salutación de fin de año a los militares, llegó a la Base Rafael Urdaneta; en la escalerilla del avión le di la bienvenida y me dijo de inmediato: “gracias Gobernador; debe haber mucho dinero en el Zulia y ustedes tal vez no necesitan la Ley de Asignaciones Económicas Especiales”, (el día anterior habíamos costeado y publicado los gobernadores propulsores de la ley, unas páginas completas con una carta abierta dirigida a él), y yo le dije Presidente sí es necesaria y es una manera de poder resolver desde las provincias, sus propios problemas y de impulsar desde aquí lo que significa la construcción de espacios, hay algunos estados que son más afectados que otros por la demanda poblacional, pero además por el colapso de los servicios esencialmente los estados petroleros y eso lo previó la Constitución de 1961. Entonces, él viene caminando conmigo hacia donde está la tribuna y me dice “usted sabe bien gobernador que esa ley rompe la unidad del tesoro y genera un gran desorden en el manejo dentro del presupuesto, cada estado tiene lo que le corresponde”, y yo le dije, pero el espíritu de esa ley es considerar especialmente aquellos estados donde se está desarrollando la explotación petrolera y contribuye al engrandecimiento de las regiones, al engrandecimiento nacional. Presidente, la unidad la da el ejército nacional, la unidad la dan las leyes de la federación, pero fundamentalmente esta ley va a ayudar.
Yo entendía, que estaba trabajando y luchando por algo que era nuestra razón, que es nuestra razón de la insurrección del 4F, que es el nuevo federalismo, el que despertamos con Ezequiel Zamora, el verdadero el de fondo, que no es solamente para ver a "los oligarcas con las tripas al sol", sino potenciar las provincias y desarrollarlas.
Hacer crecer las mismas provincias con sus propios recursos, con sus potencialidades, con la participación de sus ciudadanos. En ese criterio, el Presidente, no me respondió. Llegó a la tarima, termina la salutación y se va al salón. Allí comienzan a acercarse muchísimos oficiales con notas, con cartas, lo que es tradicional en ese momento, tal vez solicitándole algún beneficio, aprovechando su visita.
Yo trato de alejarme para dar el espacio a los militares que están llegando, a mis los compañeros y el Presidente me agarra fuerte del brazo y me dice qué hace el gobernador del Zulia sí el Presidente Constitucional de la República, en uso de sus atribuciones devuelve esa ley al congreso y la veta por el daño que le va a hacer al país; se me ocurrió todo en ese momento, se me ocurrió decir paro el puente sobre el lago con los pescadores, cierro el canal de navegación para que no salga petróleo o sea vamos a hacer una batalla para que nos entiendan y entiendan la importancia del Zulia para el país.
Pero tal vez el angelito bueno me dijo otra cosa, me dijo lo que realmente salió de mi boca: Presidente, en el Zulia, en medio de las dificultades más grandes, usted ha tenido un anclaje, usted ha tenido aquí una bandera, el Zulia ha sido fiel con usted y yo creo que le corresponde ser fiel con el Zulia y hacer justicia con los estados que tienen mayor demanda de desde el punto de servicio y de exigencia de la población, y se va a activar mucho el desarrollo económico.
El Presidente Caldera me miró y me dijo esta noche al llegar a Caracas le voy a poner el ejecute a la ley. Esa creo que fue una vivencia de lo que es la lucha por las regiones. Nosotros necesitamos de verdad diputados y gobernadores que peleen en el mejor sentido, sin dañar, sin confrontar, no con golpes de estado, pero que defiendan el interés de su gente y el interés de su pueblo y que sientan que las alianzas son importantes con el gobierno central, pero sin dejar de luchar por sus ciudadanos.
Es fundamental y que para eso es que son electos, para debatir, para discutir para reclamar, para acordarse y trabajar por los objetivos de los ciudadanos que los eligen, es parte de lo que yo considero es el federalismo, el nuevo federalismo, por ese federalismo es que tomamos las armas hace años, por esa manera de concebir en la realidad de nuestro país, la realidad que debemos construir de nuestros estados y no deben servir esos recursos que se pueden lograr, para hacer campañas nacionales, para un gobernador robar, o alcalde se enriquezca, para cometer cualquier otro tipo de delitos.
La desconcentración es parte de lo que traíamos en el morral el 4F, junto a los ejes de desarrollo nacional. Debemos desempolvarlos y plantearlos abiertamente a nuestros ciudadanos, como propuesta y compromiso a cumplir después de ganar esta guerra.
FRANCISCO J. ARIAS CÁRDENAS