La Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) ha encendido las alarmas sobre una crisis que afecta tanto al campo como a la mesa de los venezolanos: una caída del 60% en el consumo de hortalizas, ligada directamente a la menguada capacidad económica de la población y una severa reducción en las áreas de cultivo. A esto se suma el impacto destructivo de las lluvias, que pone en riesgo la calidad y disponibilidad de ingredientes clave para la tradicional hallaca navideña.
El azote de las lluvias: Pérdidas a "Pulmón Propio"
El subdirector de hortalizas de Fedeagro, Emilio Breindembach, detalló las consecuencias de los recientes temporales. "Las pérdidas mayores fueron en junio, sobre todo en los estados andinos: Táchira, Mérida y Trujillo, donde se calcularon unas 150 hectáreas con pérdidas ante el periodo de lluvias", afirmó.

Breindembach destacó la vulnerabilidad de los pequeños productores. Las lluvias acaecidas en los estados andinos durante junio que afectaron a unas 300 familias de agricultores que trabajan a "pulmón propio". "El 80% es agricultura familiar y estamos a pulmón propio. La pérdida de esas inversiones es un tema grave para recuperarse, porque las siembras estaban hechas y las inversiones fueron fuertes", aseveró.

Aunque en los últimos meses no se han registrado pérdidas de igual magnitud, el riesgo es constante. Las lluvias excesivas causan encharcamiento, pudrición de raíces y favorecen la propagación de plagas y enfermedades, factores que conducen a importantes pérdidas económicas para los agricultores y una menor disponibilidad de rubros en el mercado.

Además del daño directo a los cultivos, las inundaciones y deslaves han afectado gravemente la infraestructura vial, dificultando el traslado de los alimentos desde las zonas de producción hasta los mercados de consumo. A modo de ejemplo, Fedeagro reportó en julio la pérdida de 150 hectáreas de terreno agrícola en los Andes debido a estos desastres.
La economía pesa en el consumo
Más allá de los problemas climáticos, la merma en el consumo es un reflejo de la crisis económica. Breindembach apuntó que el consumo de hortalizas cayó en al menos 60% puesto que "el poder adquisitivo del venezolano es tan bajo que ha implicado en que no se venda la hortaliza como antes".
El productor señaló que las hortalizas son los rubros más perecederos, lo que agrava la situación al enfrentarse a la baja demanda.
La amenaza a la hallaca en calidad
En centros de abastecimiento como el Mercado Las Pulgas, se evidencia la situación. Aunque se puede encontrar una variedad de verduras esenciales (papa, tomate, cebolla, ajíes, pimentón, cebollín, ajo porro, plátano, entre otros), consumidores han notado que la calidad no es la de otras oportunidades, y los precios, con fluctuaciones recientes, continúan siendo poco accesibles.

Esta baja en la calidad y disponibilidad de rubros adquiere una importancia crítica de cara a la temporada decembrina. La mayoría de las hortalizas afectadas son precisamente las que se utilizan para la preparación del guiso del tradicional plato navideño: la hallaca.
Ante este panorama de merma en la producción, dificultad en el traslado y bajo poder adquisitivo, existe una preocupación palpable: la calidad y la abundancia de la hallaca y otros platos navideños venezolanos podrían verse severamente comprometidas este año.
Nuevo Día-NAD/ Foto: Cortesía