Roger Navas Pernalete, de 31 años, fue uno de los asesinados en la masacre registrada en un local de Guayaquil, Ecuador, hace dos semanas.
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Navas, nativo de Punta Cardón, estado Falcón, había visto un partido de fútbol y se quedó compartiendo con varias personas frente a un taller mecánico en las calles Gómez Rendón y La 14, al suroeste de Guayaquil, cuando llegaron motorizados y los asesinaron, de acuerdo con el periodista Gerardo Morón.
El paraguanero había emigrado hacía más de cinco años, primero a Colombia y desde hace un tiempo se radicó en Ecuador, donde halló cierta estabilidad laboral.
El cuerpo de Roger Navas Pernalete quedó tendido en la acera, así como el de otras nueve personas que se vieron asediadas por el violento ataque, que hasta ahora no arroja detenidos.
Guayaquil se encuentra desde el 1 de abril en estado de excepción, un mecanismo que permite movilizar militares a las calles e implantar toques de queda.
Asimismo, es una de las ciudades más golpeadas por el narcotráfico y la violencia que asolan a este país sudamericano, cuya posición en el Pacífico es estratégica para el envío de droga hacia Estados Unidos y Europa.
Para combatir la criminalidad interna, el gobierno del presidente Guillermo Lasso declaró terroristas a los grupos criminales, lo que permite a las Fuerzas Armadas patrullar las calles junto a la Policía.
Ecuador, convertido en un escenario de combate de bandas criminales, ha visto crecer las incautaciones de droga a la par de las muertes violentas en calles y cárceles.
Los enfrentamientos entre reclusos dejan más de 420 presos muertos desde 2021, mientras que, fuera de las penitenciarías, la tasa de asesinatos casi se duplicó entre ese año y 2022, pasando de 14 a 25 por cada cien mil habitantes, según las autoridades.
Con información de Gerardo Morón
