Miércoles 12 de noviembre de 2025
Al Dia

"Subir para arriba" y "bajar para abajo" están bien dicho

El pleonasmo implica usar palabras innecesarias para describir algo ya implícito, en lugar de usar una sola palabra que habría sido suficiente.

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Muchos quizás recuerdan cuando niños acudían a la escuela y al decir: " voy a subir arriba", todos los compañeros soltaban carcajadas y se burlaban por mucho tiempo, igual al exclamar: baja pa abajo y todas esas frases redundantes que hacían sonar como alguien que no había leído un libro en su vida.

"Allá viene el bruto que dice "subí pa arriba" y "voy a salir afuera", decía un compañero de estudios a otros, durante el recreo parta burlarse de quién "hablaba mal".

Ahora resulta que con el tiempo se ha comprobado que esas burlas no estaban justificadas y que se puede decir, "subir arriba" sin miedo a sonar como un ignorante o "bruto" como dicen en Mareacaibo.

Las frases «subir para arriba» y «bajar para abajo» posiblemente sean los ejemplos más comunes de lo que se denomina pleonasmo en gramática: el empleo de vocablos innecesarios para que una idea se entienda completamente.

Es una expresión redundante pero muy común en el español hablado, especialmente en contextos informales y dialectales ya que "subir" ya implica movimiento ascendente. Es lo que se conoce como un pleonasmo.

Debido a esta redundancia muchas personas tienden a corregir estas frases o las consideran motivo de burla.

Lo dice la Real Academia Española

No obstante, la Real Academia Española (RAE) reconoció la validez de estas construcciones, tal como se puede confirmar en la obra «Las 500 dudas más frecuentes del español» (editada por el Instituto Cervantes) y en la cuenta de X de la RAE, donde a través del hashtag #RAEconsultas se respondió a un usuario.

La Academia sostiene que «la redundancia expresiva es un fenómeno normal en la lengua» y que frases como «subir arriba» o «bajar abajo» son redundantes, pero aportan expresividad y a menudo resultan útiles en el lenguaje hablado, por lo que no corresponde censurarlas.

La RAE estableció que estas frases son ideales en la comunicación oral diaria, pues proporcionan una intención clara y concisa al tema que se plantea.

LO ví con mis propios ojos

Es importante tener en cuenta que el español presenta muchos pleonasmos totalmente aceptados que ya no causan extrañeza.

Un ejemplo claro la frase «lo vi con mis propios ojos» (pues ver implica el uso de los ojos) o también «voy a salir afuera» (el verbo «salir» ya sugiere ir hacia el exterior).

En la escritura formal, académica o profesional, es esencial eliminarlas porque, en dichos ámbitos, la concisión y la precisión figuran como virtudes supremas, mientras que la redundancia se percibe como una debilidad.

Por otro lado, en la conversación coloquial, no debemos interpretar estas frases como errores, sino como recursos expresivos. Podríamos decir que son muletillas que reflejan la naturalidad, la viveza y la emotividad del hablante.

Con información El Impulso/ Foto:Cortesía

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