Cuando llegan las 2.00 de la tarde “se siente un fuego que pareciera que se abriera la tierra y provoca salir corriendo”. Aquí en el mercado Las Pulgas se anda como en el infierno, y mucha gente se desmaya por el exceso de calor, dicen los comerciantes.
En el casco central de Maracaibo, y específicamente en el mercado Las Pulgas, se están registrando desde comienzos del mes de septiembre temperaturas promedio hasta de 38 grados centígrados, pero la sensación térmica puede llegar a ser de 46 y hasta 48 grados por la humedad del 90 % que generan los vapores calientes que vienen del Lago Maracaibo.
De visita al más importante centro comercial de la ciudad, este sábado 2 de septiembre, comprobamos que la alta temperatura está afectando seriamente la actividad comercial, sobre todo a los llamados ambulantes o buhoneros, a quienes el exceso de calor los obliga a cerrar su negocio “cuando calienta más el sol”, como dicen.
“Esto es un infierno, aquí cae la gente de “rollete”, queriendo decir que cae de un solo golpe al suelo al desmayarse, fue una de las primeras expresiones que recogimos, de los comerciantes y clientes que trataban de calmar el calor con cualquier cartón, con un soplador, ventilador, tomando agua, refrescos, o guarapo de limón con panela.
Es verdad -repitió el comerciante- por el infernal calor que hace, más de uno ha caído al piso de “rollete” y han tenido que llamar una ambulancia, sobre todo personas de la tercera edad que están acostumbradas a realizar sus compras en este mercado", dijo Noé Palmar, un vendedor de quesos y víveres, quien pidió mayor atención de la Alcaldía de Maracaibo para los trabajadores del mercado , mientras se mantenga la ola de calor.
Dicen los vendedores que cuando llegan las 2.00 pm “se siente un fuego que pareciera que viene del Lago”, y “provoca salir corriendo”, como lo dijo Pedro Ramírez, un vendedor de hortalizas.
Un motorizado que trabaja en la zona dijo a Noticia al Día que, "el calor es lo que hace a los maracuchos más "arre…, más vergatarios, como una manera de decir, que con fuerza vencen obstáculos como las altas temperaturas.
La impresión que da en estos momentos, en esa parte de la zona céntrica de la ciudad, es de una ranchería en La Guajira, la zona desértica colombo-venezolana donde el calor apenas lo soportan los indígenas.
El silencio y el desvanecimiento
Va entrando el mediodía se produce un silencio en Las Pulgas. El agotamiento por la alta temperatura se hace sentir con mayor intensidad. Algunos buhoneros se acuestan sobre la mercancía como reposando, otros casi deshidratados apenas ofrecen sus mercancías, dejando atrás aquel tradicional bullicio. No suenan los golpeteos de las mesas como es tradicional, ni el “lleve dos por uno”, “o agarre lo que quiera, que estamos regalando a buen precio”.
Adiós luz que te apagaste
Los cortes de luz programados se han hecho cada vez más frecuentes en Maracaibo. Y esta zona no escapa de ello.
Ya las autoridades gubernamentales se cansaron de culpar a supuestos sabotajes de la oposición al sistema eléctrico, también a la sequía que produjo el fenómeno de El Niño, que limitó la capacidad de generación eléctrica del país, dependiente de la producción hidroeléctrica. Ya no es culpa de las sanciones de EEUU que no dejó sacar adelante los proyectos de electricidad, ni nada de eso.
La culpa es de alguien, pero el Gobierno no dice de quién se trata, mientras que los apagones son cada vez mayores y está afectando seriamente la actividad comercial en la región zuliana.
Texto y fotos: Javier Sánchez
