Juan Carlos Guillen
El centro de Maracaibo disfrutó el paseo por el casco fundacional de la ciudad, del automóvil eléctrico Infinitamente Marco, el que, silencioso, asombró a transeúntes por sus formas y su simpatía maracucha.
Augusto Pradelli, cineasta, empresario y lutier mecánico, nos habló de este emprendimiento que sólo apuesta a una cosa: el futuro del éxito, aderezado con mucha inventiva y esperanza.
“Hemos simplificado componentes en nuestra pequeña flota de vehículos eléctricos. El montón de baterías que necesitamos para mover el vehículo, han sido sustituidas por baterías de litio y la electrónica para aumentar la eficiencia de los motores; toda, la realizamos acá en el taller”.
Todo rueda con buen ritmo en este emprendimiento, los cargadores, ya los están fabricando y la falta de gasolina, para las operaciones de las empresas ligadas al Hotel Caribe, ya dejó de ser un problema.
“Todas las actividades de transporte y búsqueda de la logística para el funcionamiento del Hotel y de Caribe Concert, las realizamos en nuestros carros eléctricos, que funcionan con corriente 110 y con tres horas de carga, obtenemos 80 kilómetros de autonomía”.
Un vehículo que alcanzaba velocidades superadas por un ciclista bisoño, hoy ya corre a mayor velocidad que la de un caballo (60 km/h) y se sigue mejorando.
Infinitamente Marco, bautizado así por un pionero que junto a Pradelli la emprendió por este camino y sucumbió ante el covid 19, hoy rueda en espíritu por el centro de la ciudad, siendo saludado por los peatones que en maracucho castizo lo saludan con el grito de guerra propio de nuestra tierra: ¡Veeelo ve!!!
Noticia al Día / JCG
