Ozzy Osbourne, fallecido este martes a los 76 años, fue una de las figuras más notorias del rock: un innovador cuyo inquietante gemido ayudó a dar paso al ‘heavy metal’, un ‘showman’ que una vez le arrancó la cabeza a un murciélago en el escenario, un adicto cuyo abuso de sustancias lo llevó a intentar asesinar a su esposa, y, más tarde, una estrella de ‘reality shows’ muy querida por su desconcierto ante la vida familiar en ‘The Osbournes’.
La difícil infancia que determinó su futuro
Nació como John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948, en la ciudad británica de Birmingham. Su padre, Jack, era fabricante de herramientas, mientras que su madre, Lillian, trabajaba en la planta Lucas, que producía componentes para automóviles.
Tuvo una infancia difícil. Además de vivir en relativa pobreza, sufría de dislexia y lo que hoy se denominaría trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). En en la escuela primaria le pusieron el apodo de ‘Ozzy’ y se le quedó.
A los 15 años abandonó los estudios y pasó por una serie de trabajos sin futuro, entre ellos un tiempo en un matadero, lo que le permitió gastar bromas pesadas en los pubs, poniendo ojos de vaca en las pintas de cerveza de la gente. Incluso se dedicó al delito, pero tampoco tuvo mucha suerte en ese ámbito. Un aparato de televisión le cayó encima mientras robaba en una casa y más tarde pasó seis semanas en prisión por robar en una tienda de ropa.

Primeros pasos musicales
Lo que lo salvó fue la música: el sonido de los Beatles cantando ‘She Loves You’ en un radio transistor con interferencias transformó su vida. "Fue una explosión increíble de felicidad y esperanza", le contó más tarde al escritor Bryan Appleyard. "Solía soñar con que sería fantástico que Paul McCartney se casara con mi hermana", agregó.
Entonces, Osbourne convenció a su padre para que le comprara un micrófono y un amplificador y, junto con su amigo Terry ‘Geezer’ Butler, formó una banda llamada Rare Breed, que solo duró dos actuaciones. Los dos se unieron al grupo de blues Polka Tulk Blues Band, que más tarde pasó a nombrarse Earth, junto con el guitarrista Tony Iommi y el baterista Bill Ward.
Del éxito a la dependencia
Un buen día la banda ensayaba en una sala frente a un cine local donde se proyectaba la película de terror ‘Black Sabbath’, de 1963, lo que atrajo la atención de Iommi. Al darse cuenta de que la gente hacía cola para ver algo que la iba a espantar, sugirió componer "música aterradora". Así comenzó la leyenda de Black Sabbath: la banda no solo adoptó ese nombre sino que también se lo dio a su primer éxito, que cautivó al público con su atmósfera oscura y sonido crudo.
El entorno industrial y obrero influyó en el sonido de Black Sabbath, el proyecto musical que definió a Osbourne. La banda lanzó su homónimo álbum debut en 1970, seguido de otros considerados como piedras angulares del género ‘heavy metal’. ‘Paranoid’ (1970) incluía las piezas ‘Iron Man’ y ‘War Pigs’ y encabezó la lista de álbumes del Reino Unido, mientras que el sonido brutal de ‘Master of Reality’ (1971) sigue siendo una gran influencia en el sonido más lento del ‘doom metal’.
En los siguientes años, Osbourne grabó con el grupo otros cinco álbumes aclamados. Cuando la banda lanzó ‘Sabbath Bloody Sabbath’, en 1973, incluso los críticos comenzaron a elogiarlos. El álbum ‘Sabotage’ de 1975 también recibió elogios de la crítica, pero en aquel momento la banda estaba empezando a desmoronarse y Black Sabbath se veía destinado a perder su impulso.
Por su parte, Ozzy se volvió tan dependiente del alcohol y las drogas que fue despedido en 1979 y posteriormente sustituido por Ronnie James Dio. Su vida familiar también estaba bajo tensión, ya que sus adicciones, sus amoríos y sus frecuentes giras ponían en peligro la relación con su entonces esposa Thelma y sus dos hijos. La pareja se separó posteriormente.
‘Resurrección’ y carrera en solitario
El cantante comenzó su carrera en solitario poco después de dejar Black Sabbath. Su ‘resurrección’ fue posible gracias al apoyo de Sharon Arden, hija del mánager de Black Sabbath, Don Arden, que también intentó ayudarlo a controlar el consumo de alcohol y drogas. Hubo períodos en los que parecía haber superado sus adicciones, pero a menudo recaía.

La estrella británica del ‘heavy metal’ Ozzy Osbourne murió este martes a los 76 años. "Estaba con su familia y rodeado de mucho cariño", dijeron sus parientes en el comunicado en el que anunciaron el fallecimiento, sin precisar las causas.
La vida del admirado y excéntrico vocalista de Black Sabbath estuvo marcada por una gran cantidad de acontecimientos más que surrealistas, lo que cimentó su legado como una figura icónica del rock.
Morder un murciélago
Uno de esos tantos locos episodios ocurrió el 20 de enero de 1982, durante un concierto en Des Moines, Iowa. En el evento, un fan lanzó al escenario un murciélago y Osbourne, pensando erróneamente que era de goma, le mordió la cabeza.
"Inmediatamente, sin embargo, algo se sintió mal. Muy mal. Para empezar, mi boca se llenó instantáneamente de un líquido cálido y pegajoso con el peor regusto que puedas imaginar. Podía sentir cómo me manchaba los dientes y me bajaba por la barbilla", confesó tiempo después, recoge Far Out. Ese acto condujo a que fuera hospitalizado y recibiera vacunas contra la rabia.
Decapitar una paloma
Un año antes de ese suceso, en medio de una reunión con ejecutivos de CBS Records que buscaba intentar promover su carrera como solista, Ozzy sacó una paloma blanca, le arrancó la cabeza con la boca y luego la escupió en el suelo mientras goteaba sangre de sus labios. Esa acción habría sido una forma de protestar por sentirse ignorado durante la junta.
Disparar contra sus gatos
El músico, apodado ‘El Príncipe de las Tinieblas’, parecía tener sentimientos y comportamientos extraños con los animales. Además de los episodios del murciélago y la paloma, en una oportunidad confesó que disparó contra 17 gatos.
La confesión la hizo en 2007, en entrevista con The Scotsman, explicando que cometió el acto en el apogeo de su adicción al alcohol y las drogas. "Estaba tomando tantas drogas […] La gota que colmó el vaso llegó cuando disparé a todos nuestros gatos. Teníamos unos 17, y me volví loco y les disparé a todos. Mi esposa me encontró debajo del piano con un traje blanco, una escopeta en una mano y un cuchillo en la otra", relató.
Esnifar hormigas
Y los actos con animales continúan. De acuerdo con ‘The Dirt’, autobiografía de 2001 de la banda Mötley Crüe, Ozzy y la agrupación estaban pasando un rato junto a una piscina en una parada de la gira en Florida en 1984, cuando el rockero esnifó una larga columna de hormigas y, no contento con eso, orinó en el suelo y lo lamió, recoge el portal Rock FM.
Trabajo en el matadero
Quizás ese comportamiento con los animales tiene su origen en el trabajo que tuvo en un matadero antes de formar Black Sabbath. Sobre esta época, dijo: "No fue porque estuviera matando animales. Era porque cuando terminabas de matar, podías irte a casa. Llegabas a las seis de la mañana y, dependiendo de la cantidad de ganado que tuvieras que matar, a veces regresabas a casa a las tres o cuatro horas, así que tenías el resto del día libre. Eso era mejor que trabajar de nueve a cinco en una oficina".
Casi mata a su esposa
En 1989, bajo los efectos del alcohol, Ozzy intentó estrangular a su esposa Sharon, la madre de tres de sus seis hijos.
Contó que supo del episodio al despertarse en una celda y preguntar por la razón de su arresto a un oficial. "Es la sensación más horrible. Me leyó un pedazo de papel y me dijo: ‘Está acusado de intentar asesinar a la señora Sharon Osbourne’. No puedo decirte cómo me sentí", relató en la misma entrevista con The Scotsman de 2007.
Desnudo contra un ladrón
Otro de sus locos episodios se dio cuando luchó desnudo contra un ladrón que ingresó a su casa, menciona Sound Overdose. Según se supo, el intruso estaba registrando el armario de su esposa cuando el músico, que estaba sin ropa en ese momento, lo vio e inmediatamente lo enfrentó. No obstante, el delincuente logró escapar e incluso robó algunas joyas caras, incluido el anillo de boda de Sharon, que pudo ser recuperado más tarde.
Drogar a un vicario
En una ocasión, Ozzy drogó a un vicario, pero, en su defensa, este hecho fue accidental. Su única instrucción fue: "Nadie toque este pastel". Sin embargo, un sacerdote local, que había ido a su casa, se lo comió y estuvo alucinando tres días.

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