Miércoles 30 de julio de 2025
Al Dia

Vender chucherías en la calle: Una jornada laboral nada "dulce" para los maracuchos

"Es tan fuerte el sol y el calor que pasamos en el día de ventas, que hasta los caramelos y chupetas se derriten" , dicen a modo de broma los vendedores en las esquinas de Maracaibo

Vender chucherías en la calle: Una jornada laboral nada
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‎Carlos sale de su casa a las 7:00 am, en el barrio Las Mercedes con su morralito tricolor en la espalda lleno de chucherías y en sus manos una cajita de chupetas y caramelos. Se monta en el bus y ahí comienza su faena, ofreciendo a los pasajeros lo que según el, son los mejores dulces que se fabrican en el vecino país, Colombia.

‎Va de asiento en asiento. Unos compran 5 caramelos por Bs 20, chicles a Bs 30 y la oferta del día, dos chupetas por $1.

‎ La faena de Carlitos va tomando fuerza en la medida en que el autobús se llena y llega hasta la parada, donde saca su mercancía y la coloca a la vista de todos.


‎Si bien su venta puede ser un medio de subsistencia para algunos, la realidad de la jornada laboral para estos vendedores ambulantes está lejos de ser "dulce", enfrentando numerosos desafíos y dificultades en su día a día.
‎‎ Estos hombres y mujeres, a menudo enfrentan condiciones precarias, incluyendo inestabilidad laboral baja remuneración y la constante preocupación por la persecución por parte de las autoridades.

Aparte, deben lidiar con la competencia, el fuerte clima, y la posibilidad de ser víctimas de robos o agresiones.
‎La venta ambulante puede ser intermitente, dependiendo del lugar y la demanda del público, lo que dificulta la planificación financiera y la estabilidad económica.

‎Baja remuneración

‎Los márgenes de ganancia en la venta de caramelos y chucherías suelen ser bajos, y la competencia puede obligar a reducir precios, afectando aún más los ingresos. Los vendedores a menudo trabajan a la intemperie, expuestos a las inclemencias del tiempo y a la falta de infraestructura adecuada como baños o áreas de descanso.

‎En muchos lugares, la venta ambulante está regulada o incluso prohibida, lo que puede llevar a multas, decomiso de mercancía, y la constante preocupación por ser desalojados de sus espacios de venta.

‎La gran cantidad de quienes se dedican a esta actividad, especialmente en zonas concurridas, puede generar una fuerte competencia, obligando a reducir precios y afectar las ganancias. ‎Son víctimas de robos, agresiones, o accidentes, ademas de problemas relacionados con el transporte de su mercancía.

‎Si bien la venta de caramelos y chucherías puede ser un medio de subsistencia para algunos, la realidad de la jornada laboral para otros está lejos de ser "dulce", enfrentando numerosos desafíos y dificultades en su día a día.

Noticia al Día. Foto: Will Marval

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