

Carlos sale de su casa a las 7:00 am, en el barrio Las Mercedes con su morralito tricolor en la espalda lleno de chucherías y en sus manos una cajita de chupetas y caramelos. Se monta en el bus y ahí comienza su faena, ofreciendo a los pasajeros lo que según el, son los mejores dulces que se fabrican en el vecino país, Colombia.
Va de asiento en asiento. Unos compran 5 caramelos por Bs 20, chicles a Bs 30 y la oferta del día, dos chupetas por $1.
La faena de Carlitos va tomando fuerza en la medida en que el autobús se llena y llega hasta la parada, donde saca su mercancía y la coloca a la vista de todos.

Si bien su venta puede ser un medio de subsistencia para algunos, la realidad de la jornada laboral para estos vendedores ambulantes está lejos de ser "dulce", enfrentando numerosos desafíos y dificultades en su día a día.
Estos hombres y mujeres, a menudo enfrentan condiciones precarias, incluyendo inestabilidad laboral baja remuneración y la constante preocupación por la persecución por parte de las autoridades.
Aparte, deben lidiar con la competencia, el fuerte clima, y la posibilidad de ser víctimas de robos o agresiones.
La venta ambulante puede ser intermitente, dependiendo del lugar y la demanda del público, lo que dificulta la planificación financiera y la estabilidad económica.


Baja remuneración


Los márgenes de ganancia en la venta de caramelos y chucherías suelen ser bajos, y la competencia puede obligar a reducir precios, afectando aún más los ingresos. Los vendedores a menudo trabajan a la intemperie, expuestos a las inclemencias del tiempo y a la falta de infraestructura adecuada como baños o áreas de descanso.
En muchos lugares, la venta ambulante está regulada o incluso prohibida, lo que puede llevar a multas, decomiso de mercancía, y la constante preocupación por ser desalojados de sus espacios de venta.
La gran cantidad de quienes se dedican a esta actividad, especialmente en zonas concurridas, puede generar una fuerte competencia, obligando a reducir precios y afectar las ganancias. Son víctimas de robos, agresiones, o accidentes, ademas de problemas relacionados con el transporte de su mercancía.
Si bien la venta de caramelos y chucherías puede ser un medio de subsistencia para algunos, la realidad de la jornada laboral para otros está lejos de ser "dulce", enfrentando numerosos desafíos y dificultades en su día a día.
Noticia al Día. Foto: Will Marval