Hay historias que da gusto contarlas porque tienen aroma y sabor, a ello se añade que quien hace el relato conoció a las personas que encendieron la llama de ese proyecto, se acercó a ese mostrador y probó las delicias de Yoyos preparador por José Molero y su esposa Elizabeth.
Se trata de Tostadas Cotorrera en El Milagro. Una imagen es recurrente en la mente de quien "echa el cuento": Tres de la mañana, frente a Cotorrera, un reconocido ganadero zuliano (Beto Finol) estaciona su Mercedes Benz, último modelo y sobre el techo de aquel imponente vehículo pone una humeante y con olores arrebatadores tasa de mondongo.
El emprendimiento nació en 1979. José Molero había trabajado, denodamente, 20 años como cobrador en Panorama. Su esposa le apoyó para crear la tostada, inventaron los yoyos exquicitos: dos tajadas de plátano maduro fritas, entre las cuales se acomodan dos lonjas de queso blanco y dos de jamón, que se rebosan en una mezcla divina de harina de trigo, huevos, agua, mostaza, aceite y unos "ingredientes secretos" que le dan un sabor especial y la textura crujiente.
Jorge Molero, hijo de los creadores del establecimiento con historia y reconocimiento de los maracuchos, explica que en 46 años, estuvieron cerrados por años mientras viajó al extranjero, desde junio han abierto sus puertas con el agrado que los amantes de los yoyos creados por sus padres siguen conquistando el paladar.
La cita es de miercoles a domingo de 7 am a 1 de la tarde.
Por el momento el menú consiste de yoyos y tumbarranchos sencillos, con carne mechada, pollo, pernil, doble queso.
Como para escribir un libro de anecdotas
El mismo año que abrió Cotorrera nació, Jorge quien ha visto tantas anegdotas que dan para escribir un libro.
- Yo puedo hablarles de aquellas que viví, pero, antes que yo naciera, contaba mi padre que aqui venían: Felipe Pirela y muchos artistas de la época. Al frente, teníamos de vecino al Señor Tito Abbot, el mismo del edificio en el centro. Mas reciente aquí han comido con sus bromas y halagos: Pastor López, Gustravo Aguado, el tren de Venevisón y artistas cuando se hacía La Orquidia en Plaza de Toros, todos desayunaban aqui.
Preguntamos si la historia del Mercedes Benz de Beto Finol con la tasa de mondongo en el techo era cierta y Jorge añade con buen humor "todavía desde temprano pueden verse esos carrazos, son tantas las cosas que uno ha visto; gente que se ha desmayado despues de comer un mondongo y un señor que se tomaba el mondongo con medio litro de leche".
JC
Noticia al Día
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