Luego del desalojo de 400 comerciantes informales de las adyacencias de la avenida Libertador y del Mercado Periférico de Las Pulgas, el pasado 1 de enero en horas nocturnas, los afectados exigen respuesta.
Se evidencia tensión y desacuerdos, ya que el comisionado para la atención de los comerciantes del Casco Central, por parte de la Alcaldía de Maracaibo, Saúl Castellanos, asegura que los trabajadores informales fueron notificados oportunamente, desde el 26 de diciembre.
Por su parte, los buhoneros aseguran que tal notificación no se produjo, que se derribaron los tarantines de forma arbitraria y que perdieron mercancía. "Ni los tubos nos dejaron", señalan quienes ofrecían sus mercancías en la acera y alrededores del centro comercial Plaza Lago.
Yoleida González, directiva de Asoplayitas, ha sido comerciante en Las Pulgas desde hace 45 años. Explicó que a ellos les dio tiempo de recoger sus puestos y mercancía, localizados a un costado del mercado periférico.
Explicó que siempre han luchado para preservar sus espacios de trabajo y que no aceptará ser reubicada. "Yo no voy a ninguna parte, aquí me quedo".
Señaló que, en su momento, le hizo saber al alcalde Rafael Ramírez que el grupo de comerciantes que representa se encuentran organizados en el lugar y debidamente registrados como asociación, por lo cual no entiende que se les pretenda desalojar.
Luego del desalojo no se sabe si los van a reubicar
Hasta los momentos se desconoce si existen planes de reubicarlos, aunque trascendió que la opción sería el mercado Kai Kai en Puente España.
Por otra parte, argumentan que si la finalidad era el saneamiento del Casco Central, buena parte de la limpieza la realizaron los mismos comerciantes informales.
Los vendedores informales exigen una reunión con el alcalde Rafael Ramírez en las próximas horas, invocan su derecho al trabajo y manifiestan incertidumbre ante esta situación que los deja sin su medio de sustento.
"Si no trabajamos, no comemos… no nos dicen quién dio esa orden de desalojo… es la primera vez que nos desalojan así; nos sentimos atropellados", reclamaba Beatriz Correa, rodeada de otros vendedores.
"Hace un año el Alcalde nos dijo que nos iba a dejar trabajar", señaló Rafael Perdomo, un adulto mayor dedicado a la venta de frituras.
Ludis Robles y Ricardo Casanova también ofrecen sus productos en la acera de la avenida Libertador. Manifestaron preocupación porque cada día que dejan de trabajar, dejan de llevar dinero a sus familias. Dicen tener varios años trabajando en la zona, pero que no ganan lo suficiente como para alquilar un local y formalizar su actividad económica.
Según las autoridades municipales, el Centro Rafael Urdaneta es el ente encargado de presentar la propuesta de reubicación.
El comisario agregado de Polimaracaibo, Régulo Daal indicó que la presencia de los funcionarios en la zona tiene como propósito evitar conflictos y resguardar a la ciudadanía.
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F Reyes
Fotos y videos: José López / F Reyes
Noticia al Día