-Los botones florales de los Curarires en el Jardín Botánico de Maracaibo ya dejan ver sus botones y se espera que entre jueves y viernes comience el espectáculo floral de esta temporada, cuando el recinto se vista de amarillo y se hable de suerte, buena energía y prosperidad.
Es una especie típica de los bosques tropicales, que se adapta bien a la sequía y agradece con esplendor cuando las lluvias bañan los campos, pues da su regalo y en respuesta es suficiente para que brote la flor.
El Curarire es uno de los árboles más abundante en la flora de Maracaibo, que además es fuerte y mejor adaptado. Esta planta crece muy rápido, da muy buena cobertura y protege el suelo.
Como se trata de la naturaleza y solo ella sabe cuándo vestirse de color, no se sabe con exactitud el día y hora, sin embargo, los ingenieros y especialistas del Jardín aseguran que estos árboles florecen entre abril y mayo, más específicamente al cuarto día de la primera lluvia.
Conocido por su nombre científico: Tabebuia Serratifolia, de la familia de nuestro Araguaney, o Tabebuia Crisantha, este árbol alcanza una altura hasta de 45 metros y un diámetro hasta de 1.20 centímetros.
La floración del Curarire ocurre una vez al año, cuando los árboles parecieran agradecer por ese baño de vida y se visten de un impactante traje dorado. Más que un fenómeno natural, pareciera convocar la sabiduría más profunda frente a los cambios y la adaptabilidad necesaria para subsistir en medio de las carencias.
Para celebrar la floración de los Curarires, el Jardín Botánico abre sus espacios a la colectividad.
Noticia al Día