Este 8 de marzo, la Iglesia Católica conmemora la vida y obra de San Juan de Dios, un santo cuya dedicación a los enfermos y necesitados dejó una huella imborrable.
Nacido y fallecido en esta misma fecha, su vida es un faro de luz que ilumina el camino de la caridad y la compasión.
San Juan de Dios, cuyo nombre de nacimiento era Juan Ciudad Duarte, fundó una orden hospitalaria que revolucionó la atención médica de su época. Su vida fue un testimonio vivo del Evangelio, marcado por obras de misericordia que trascendieron las barreras sociales y religiosas.
Según la tradición, San Juan de Dios recibió un llamado divino del Niño Jesús, quien le anunció: "Granada será tu cruz". Esta profecía se cumplió cuando su hospital fue consumido por un incendio, un símbolo de las pruebas y tribulaciones que enfrentó en su misión de servicio.
La Basílica de Chiquinquirá, a través de su cuenta de Instagram, nos recuerda la importancia de reconocer a Jesús en el rostro del enfermo y el solitario, tal como lo hizo San Juan de Dios. Su ejemplo nos invita a crecer como comunidad parroquial y a ser santos en nuestro tiempo, siguiendo sus pasos de amor y entrega.
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