Miércoles 27 de noviembre de 2024
Al Dia

Los novios de nosotras eran "agarraos" y "farfullos", nada más querían "tururú tururú": Señoras de Maracaibo

Estas damas de El Empedrao, retratan el ir y venir en la memoria de cinco actores que encarnan a las…

Los novios de nosotras eran
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Estas damas de El Empedrao, retratan el ir y venir en la memoria de cinco actores que encarnan a las mujeres maracuchas que trajinan sus experiencias, con anécdotas y cuentos para el disfrute de una audiencia que se transporta al pasado. Noticia al Día conversó con dos de ellas en la casa de Marucha, para conocer detalles de como celebraban con sus novios el Día de los Enamorados

-Las damas sesentonas, interpretadas por los reconocidos actores marabinos Henry Semprún, Robinson Pérez y tres artistas más, narran con un derroche de humor y picardía sus vivencias de jóvenes en aquellos tiempos, sus facetas de madre, sus desaciertos y sus experiencias en la vida. Marucha nos indicó su escalera que da hasta su chabola y después de brindarnos asiento y una taza de café comenzamos a "brollar".

Marucha y Chela, no salieron de carnaval y nos atendieron en su casa. Foto: María Briceño

Sus personajes son un montaje del más puro travestismo teatral criollo, donde ríen y lloran en monólogos y nos trasladan al ambiente de las casas de los abuelos.

Ellas no salieron de vacaciones en estos carnavales y aprovechamos para conversar. Marucha y Chela nos contaron pasajes de su día de fiesta del amor,teniendo en sus manos el cuadro del San Valentín y recordaron los boleros de Felipe Pirela, Los Panchos, las guarachas de Los Imperias y Los Casinos.

Chela pensando que regalarle a Belloso en el Día de los Enamorados. Foto: María Briceño

"Muchachaaaaaa no me recordéis eso", con esta frase abrió la conversación Marucha, suspirando hondo para luego decir : "Antonio me daba el gusto, me daba mi regalo, a veces chimbo, pero otras veces me sorprendía y se acordaba y me llevaba por la calle Los Locos para llegar al hotel La Fuente o El Tamarindo, donde pasábamos un día de muertos, enterrados y contentos. A veces estaba lleno el hotel y nos íbamos para el Venus, donde regalaban una botellita y era hasta el otro día el tururú tururú" de la fiesta.

Así comenzó el diálogo con este personaje de Señoras de Maracaibo, que nos recordaron algunos momentos de la época que vivieron un día como hoy con sus primeros novios. "Cuando uno esta enamorado hasta pierde la cabeza por su amor como decía el Puma", comentó entre risotadas Marucha.

Chela tomó la palabra en la conversación que mantuvimos en la casa de su amiga y dijo que a Belloso su novio, lo conoció en un puesto de comida frente al hospital Central y recuerda que tenía un solo flux que: "se lo puso cuando se me declaró en la Plaza del Buen Maestro y más nunca se lo quitó".

Contando como salían con los novios el Día de San Valentín. Foto: María Briceño

"Yo no tuve suerte, porque mi novio siempre fue un "pelao" y apenas le alcanzaba pa una "pieza" en el centro, que costaban 10 bolívares con ventilador, la ventana abierta y agua en una ponchera y habían otrass a 20 bolívares con aire acondicionado y agua por tubería. Pero era feliz , el era buenmozo y me complacía en todo", dijo.

El Día de los Enemorados me llevaba a tomar chicha en el mercado principal. Conocí varios sitios como La Mezquita entre otros lugares, criatura.

A parte de estas visitas a los hoteles, ¿les daban algún regalo?, le preguntamos.

Chela respondió rápidamente: "A mi no me pelaba cada año con los mismo obsequios, una caja de talco y un frasco de Jean Nate" y en ese momento Marucha, mirando al cielo, suspirando y recordando señaló:" Yo no me puedo quejar, me daba estuches con panqué (polvo para la cara), cuté (pinta uñas), polvo sonrisa, y carmín, (colorete), aguas de rosas y rímel y después al día siguiente me llevaba para la playa de los policías.

Marucha recordó que ella conoció a Antonio en una fiesta de carnaval en el Club Alianza donde tocaba la Billos y estaba disfrazada de negrita y bailó toda la noche.

"Los regalos en físico no importaban mucho porque Antonio era "una bendición de Dios", y me sacaba a pasear el día del amor, primero al Cine Metro a ver Lo que el Viento se Llevó y de ahí a la playa Preludios en el Milagros.

"Yo lo enseñé, porque un día me quiso dar unas paledonias y galletas de huevo que hacia Francisca por la calle Jugo, con un chinotto y que para celebrar el día de enamorados y casi caigo desmayada y se las tiré por encima y le dije: "Con eso no me vais a comprar vos, estaís muy equivocao, yo valgo mucho", le dije.

Pero no las llevaban a bailar a algún club o caseta?, le preguntamos: "No chico, eran unos farfullos, no les gustaba mover el esqueleto, ni parrandear y tomar guayacolitas y a nosotras sí, meneábamos todo el cuerpo cuando nos escapábamos para el Club Alianza, el Club Comercio o la Creole, a donde nos íbamos escondidas cuando se terminaba la visita y ellos se iban. Una vida de enamorados que gozamos de verdad,dijeron las señoras.

Marucha pensativa, recordando a Antonio Semprún cuando le quiso dar unas paledonias de regalo un Día de los Enamorados y ese día se acabó el amor Foto: María Briceño

Para Marucha la mejor opción depende de los gustos y preferencias, y de lo que se crea que es lo más adecuado para la persona con la que quieres celebrar el Día del Amor. "A mi me complacía mucho Antonio, acordate que yo tenía mi cuerpo esbelto tipo Lila, no era como este saco de cemento que parecei vos Chela, (soltó carcajadas).

Lo más importante es que te sientas cómoda y disfrutes del momento. "Yo algunas veces me sentí bien ese día, pero cuando Antonio se fue con otra mujer, yo lo boté y hasta ahí duraron los amores, porque yo no soy plato de segunda mesa de nadie",recordó la mayor de las señoras.

"Ahí está San Antonio, lo tengo boca abajo, pidiéndole por todos mis nueve hijos, cinco hembras y cuatro varones". "También por mi casa, por un nuevo amor, y por todo lo que me rodea".

Antes de concluir recordó: "El día de los enamorados de nosotras era distinto porque no era comercial sino más bien de devoción, de ir a la misa con el novio para que bendijera el amor de la pareja y ahora es solo de puro interés, es de sólo cuanto hay pa eso".

Lee también: ¡ADIÓS AL BARBERO LUIS!: Santa Lucía llora a su personaje carismático y popular que identifica su tradición

Javier Sánchez

Noticia al Día

Noticias Relacionadas