Los comerciantes más optimistas del mundo están en Maracaibo y lo demuestran todos los días en sitios como el casco central de la ciudad, sin que les importe el sol más radiante o que "llueva, truene o relampaguee". Muchos tienen más de 30 años trabajando en este lugar con sacrificio y entrega, llevando a sus casas el sustento para sus familias y la esperanza de lograr un mejor bienestar económico.
Edgar Caracciolo tiene 45 años de edad, de los cuales tiene 40 trabajando en el mercado Las Playitas. Empezó a vender ropa junto a su madre en los años 80 y en la actualidad tiene su propio negocio de franelas, camisas, chemisses y pantalones. Comentó que ha atravesado épocas de "mala racha", pero que su constancia y ganas de incrementar sus ganancias, lo hacen seguir en pie de lucha.
"Desde los cinco años estoy trabajando aquí en el centro. Antes había mucho más movimiento pero me imagino que la situación país es la causante de que no vendamos como lo hacíamos en años anteriores. La temporada decembrina es buena en todos los sentidos porque hay comerciantes que venden entre noviembre y diciembre, todo lo que no pudieron vender durante los primeros meses del año", dijo.
Todos los días se vende algo
Otro comerciante de gran trayectoria en el centro es Javier Hernández, dedicado a la venta de artículos electrónicos y electrodomésticos en Las Playitas. Destacó que aunque el día esté malo, siempre vende algo y nunca se va para su casa con las manos vacías. Sostiene que las ventas, sin importar el rubro, tienen sus altas y bajas, pero que tal situación es normal en cualquier empresa o negocio.
"Gracias a Dios siempre se vende algo y nunca me voy para mi casa con las manos vacías. Las ventas suben y bajan pero poco a poco la cosa va mejorando. Estoy seguro que las ventas se van a incrementar durante esta temporada porque la gente siempre sale a buscar su pinta del 24 o 31. Antes para esta fecha al centro no se podía pasar, pero se ha ido mucha gente del país y eso ha causado un gran impacto", comentó.
Hebert Márquez, conocido como el popular "Cojín de Toro", manifestó tener 35 años trabajando en el casco central de la ciudad y que todos los años, las ventas suben y bajan, dependiendo del mes que vaya transcurriendo. Con respecto a la temporada decembrina, indicó que la gente siempre espera el pago de las quincenas para hacer sus compras.
Noticia al Día / José Gregorio Flores
Foto: Xiomara Solano