Los camposantos de Maracaibo ya están inundados de flores ante la cercanía de la conmemoración del Dia de los Fieles Difuntos el próximo 2 de noviembre.
Se observan frente a los camposantos los negocios repletos de todo tipo de flores, desde crisantemos, rosas, girasoles, margaritas, gerberas, etc, a precios que oscilan entre un dólar la rosa o el girasol (la unidad) hasta ramilletes de margaritas a distintos precios que van desde cinco dólares hasta diez y 25, de acuerdo con el tamaño y follaje.
A la vendedora de flores, conocida por sus clientes como la "Negra", en su negocio ubicado frente al cementerio Corazón de Jesús en la avenida La Limpia, le da la impresión que el movimiento de compradores será mejor este año que el pasado, cuando las ventas bajaron considerablemente.
De visita a su negocio pudimos constatar que, cerca de la fecha del Día de los Difuntos el venidero 2 de noviembre, comienzan a llegar familiares que buscan las flores pa honrrar a sus muertos en su día. "El año pasado las ventas bajaron bastante, y todo porque muchas personas se fueron del país y dejaron solos hasta a los muertos", comentó Jenny, la vendedora del local 13 de la floristeria de este camposanto.
En su opinión, mucha gente se ha ido del país y "lo podemos comprobar con el hecho de que los cementerios para esta fecha ya tenían un movimiento de visitantes considerable, pero vemos que muchos son los difuntos que no son visitados por sus familiares".
Aquellos familares que pasaban el día en la tumba de su deudo, con velas encendidas, ramilletes de flores, incluso con comida, bebidas, bajo toldos para conmemorar la fecha, han quedado en el recuerdo de algunos, desde que la situación país permitió que la migración fuera cada día mayor y hasta los muertos se quedaron solos.
Ese día para la Iglesia católica, sigue siendo una conmemoración, un recuerdo que se hace en favor de todos los que han fallecido en este mundo, pero aún no pueden gozar de la presencia de Dios, porque están purificando, en el purgatorio, los efectos que ocasionaron sus pecados.
Es la fecha en que los creyentes ofrecen sus oraciones, sacrificios y la misa para que los fieles difuntos de la Iglesia terminen esta etapa y lleguen a la presencia de Dios.
Hay, pues, una gran diferencia en la fiesta del día primero y el ambiente de oración y sacrificio del día dos. Aunque siempre se ha orado por los difuntos, fue a partir del 2 de noviembre del año 998 cuando se creó un día especial para ellos.
Fue instituido por el monje benedictino San Odilón de Cluny. Su idea fue adoptada por Roma en el siglo XVI y de ahí se difundió al mundo entero.
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