Visitamos la casa parroquial de la parroquia Jesús Nazareno, en el barrio El Manzanillo, donde el párroco Henry Tapia, junto a un grupo de jóvenes, nos recibió con mucha cordialidad, alegría, en un ambiente si se quiere navideño, con un "toque" de cuatro y tamboras, donde los jóvenes demuestran que la iglesia es también tribuna para nuestro folclor con su excelente interpretación y destreza con los típicos instrumentos.
Aquellas vestimentas de los "muchachos de la iglesia", con faldas largas, zapatos cerrados, camisas manga larga, pantalones anchos, pelo corto, quedó atrás, y acuden a la iglesia con la moda actual sin caer en provocaciones, excesos, pero sí con pelo largo con cortes modernos, pantalones ceñidos, incluso, rasgados, como los que llevan la mayoría en la actualidad.
Los jóvenes se sienten hoy en una institución más abierta. Una Iglesia católica más atenta, a sus necesidades e inquietudes. Se observa a una juventud que está invadiendo una iglesia más amable, más misericordiosa, que deja cada vez más atrás, aquella imagen que siempre existió de que es para "viejos" el acudir a las misas.
Para el párroco Henry Tapia, de esta parroquia al sur de la ciudad, en el municipio San Francisco, "el mundo tiene sed de Dios, siempre la ha tenido, pero no siempre ha habido una respuesta de apertura, en estos tiempos donde ha habido tanta carencia afectiva, de fe y situaciones difíciles como la migración, la descomposición social que quieren inyectar ideologías que buscan invadir a las familias, han llevado al ser humano a buscar a Dios".
Ante esta situación, los más afectados son los niños y los jóvenes y ninguno escapa de ser víctima de esta realidad y ante esta necesidad, la Iglesia siempre vive dando respuestas y de ahí, que haya todo un movimiento juvenil mundial, nacional y en todos los ambientes como el nuestro, consideró el párroco.
Tenemos que cada cuatro años se realiza la Jornada Mundial de la Juventud, que es el encuentro de los jóvenes del mundo con el papa Francisco en algún lugar del mundo. Los últimos encuentros fueron en Lisboa y en Corea del Sur y en esta oportunidad, el Santo Padre despliega una predicación más adecuada con un lenguaje juvenil. "Todos tienen un lugar en la Iglesia, no tengan miedo’, les dijo la última vez el Papa a los jóvenes", refirió.
Maracaibo sede del V Encuentro Mundial de Jóvenes
El párroco Tapia se refirió al Encuentro Nacional de Jóvenes de Venezuela 2023 (Enajó 2023) que se celebrará en Maracaibo del 8 al 12 de noviembre.
Para ello hay cuatro mil cupos asignados para las comisiones arquidiocesanas, y se espera que asistan más de diez mil personas a los actos centrales del encuentro, donde los jóvenes católicos podrán “compartir la fe y compartir las diferentes realidades” de todo el país.
El evento se llevará a cabo los dos primeros días en las “diócesis misioneras” de El Vigía, Machiques y Cabimas, pertenecientes a la Arquidiócesis de Maracaibo. Allí, los jóvenes “podrán compartir con las iglesias particulares y habrá espacios de evangelización, deportivos, ecológicos y de catequesis”.
Jóvenes en conciertos
Durante esos días, habrá conciertos y presentaciones culturales, y el evento cerrará con una misa dedicada a los jóvenes y a toda la Iglesia en Maracaibo. Los participantes también compartirán con las parroquias de la ciudad las actividades de catequesis.
El Enajó incluye en su programa que los jóvenes venezolanos se encuentren desde las diferentes regiones del país.“Es un compartir, un encuentro entre hermanos que al final es una propuesta de encuentro con Jesús, a través del prójimo, según lo informó la Pastoral Juvenil de Venezuela.
Fotos: Xiomara Solano
Javier Sánchez