El plátano es uno de los alimentos más importantes y predilectos en la mesa de todos los zulianos por su fácil preparación y ese sabor que lo caracteriza, bien sea verde, amarillo o pintón. Para muchas personas en esta región, es inaceptable un almuerzo sin un buen cocido, horneado o unas crujientes tajadas.
En abastos, supermercados, ferias de verduras o fruterías, los plátanos por unidad durante los últimos meses tienen un costo que varía entre los 70 y 80 bolívares, dependiendo de la zona. En estos establecimientos el precio se mantiene y la gente que puede comprarlos se los lleva sin problemas, sin confundirse.
Las personas que no pueden pagar 70 y 80 Bs por plátano se van para el centro de la ciudad, ya que por tradición, debería haber variedad de precios y opciones a bajo costo que las personas de escasos recursos económicos aprovechan para llevar el pan a sus hogares.
Sin embargo, en varios puntos del centro de Maracaibo la situación se ha tornado distinta y un "comercio oscuro", pretende retirar de la mesa de los marabinos este divino fruto. Por ejemplo, en lugares como Las Pulgas o Las Playitas, los plátanos se venden en "pilas" de 10 unidades que valen un dólar o 200 bolívares.
Si el cliente paga con moneda venezolana, se lleva sus plátanos sin inconvenientes, pero si cancela con la divisa norteamericana, el vendedor le pide un excedente de 30 Bs. Esta aberración de la economía informal que impera en muchas zonas del centro de la ciudad, mantiene confundido y angustiado al ciudadano común, pues el dinero cada día que pasa alcanza menos para la comida.
Tan confusa es esta situación que pareciera que, al menos en el centro de Maracaibo, el dólar hubiese perdido el valor que realmente tiene. Como consecuencia, muchas personas ya han sustituido el plátano en su dieta diaria por otros alimentos que, por ahora, no entran en esta absurda y perversa especulación.
Todavía a principios del 2025 este sobreprecio sin fundamento no era aplicado en Las Pulgas o Las Playitas. La "pila" de 10 plátanos tenía el mismo valor en dólares o bolívares y la gente compraba sin confundirse, sin agobiarse y lo más importante, sin experimentar rabia o impotencia ante el descaro y la desfachatez de comerciantes que atentan contra el bolsillo de los más necesitados.



Noticia al Día / José Gregorio Flores
Fotos: Xiomara Solano