Cada 5 de diciembre, Venezuela rinde homenaje a sus profesores universitarios, una fecha de profundo significado histórico que celebra la promulgación de la Ley de Universidades de 1958.
Este acontecimiento histórico ocurrió tras el cese de la presidencia de Marcos Pérez Jiménez, un acontecimiento que no solo reestructuró la educación superior, sino que consagró la Autonomía Universitaria como principio fundamental, garantizando la libertad académica y la capacidad de las casas de estudio para registrarse por sus propios estatutos.
El profesor universitario es el custodio de este legado de libertad, siendo la piedra angular sobre la que se asientan la investigación, la extensión y la formación de profesionales en Venezuela y el mundo.
Más allá del aula
La conmemoración de hoy trasciende la formalidad académica para reconocer el impacto humano y social de estos profesionales.
Ellos no solo son profesores, mentores o tutores. Son amigos, son aquellos que abren las puertas al mundo profesional sin importar a quienes o a cuántos enseñan a lo largo del camino.
En un contexto de desafíos, el profesorado universitario se mantiene como un pilar fundamental, demostrando una resiliencia inquebrantable y una vocación que ilumina el camino de las nuevas generaciones. Son los líderes que acompañan a sus estudiantes en las alegrías, las tristezas y las derrotas, los mejores visionarios dispuestos a abrir la puerta del mañana.
Sin embargo, con dificultades y con una profunda vocación de servicio, los docentes esperan cada día en las aulas de universidades públicas y privadas para dar lo mejor de sí, construir conocimiento y forjar un legado que perdura a través de los egresados que contribuyen al desarrollo del país y del mundo.
La importancia de la Autonomía Universitaria
El espíritu del 5 de diciembre de 1958 radica en la garantía de que las universidades venezolanas puedan:
- Administrarse y decidir su planificación académica-administrativa.
- Designar a sus autoridades mediante procesos internos legítimos.
- Fomentar el pensamiento crítico y la generación de conocimiento en un ambiente de pluralidad.
Al honrar al profesor universitario, Venezuela no solo celebra una profesión, sino que reafirma el valor de la educación superior como motor de la democracia, la equidad y el progreso nacional.
Noticia Al Dia / Arelys Munda