El día de Franciela Núñez de Fernández inicia a las 5 de la mañana, atendiendo a su hijo menor, antes de llevarlo al colegio. Junto a su esposo, el alcalde de San Francisco, Gustavo Fernández, comparte las labores cotidianas de cualquier hogar, al comenzar la jornada diaria.
Ya son casi 18 años de unión matrimonial, conformando una familia ensamblada, donde afecto y apoyo mutuo es lo que sobra. Entre ambos suman nueve hijos, siendo Gustavo Eduardo, con doce años de edad, el más pequeño de los Fernández Núñez.
"Es increíble ser abuela"
La mayor de sus tres hijos biológicos, Fabiana, ya la hizo abuela, mostrando a Franciela de Fernández una nueva dimensión del amor.
“Mis cuatro nietos son mi vida, muero por ellos… es increíble ser abuela. Amo a mis hijos y con cada uno de ellos he vivido etapas diferentes, porque se llevan varios años entre sí: Fabiana tiene 31 años; Jesús David, 24 y Gustavo Eduardo, 12 años”.
La maternidad, lejos de ser un impedimento, fue el impulso para cumplir con sus metas académicas: se graduó como Técnico Superior en Administración, para posteriormente cursar la licenciatura en esta misma área.
A sus hijos les ha inculcado el respeto hacia la vida, hacia la gente y el temor a Dios. “Deseo que sean felices”, agrega.
Preservando el espacio de la familia
La jornada en la Alcaldía de San Francisco comienza puntualmente a las 8 de la mañana. Como presidenta de la Fundación Damasur, Franciela Nuñez de Fernández, lidera el brazo social de la gestión municipal. Salud, maternidad, infancia, atención integral a los más vulnerables, son parte de su accionar.
Pese a tan alta misión, a la 1 de la tarde, va junto a su esposo a buscar a Gustavo Eduardo al liceo, para luego almorzar juntos. Procuran mantener ese espacio disponible en la agenda; es un tiempo de los tres, al igual que los domingos.
Después de ese receso, cada uno retorna a sus responsabilidades, siempre vigilantes de su hijo, las tareas escolares y otras actividades extracurriculares.
Una madre al servicio de San Francisco: Franciela de Fernández
Ser la primera dama del municipio también es una labor maternal, la cual desempeña con entusiasmo, sensibilidad y compromiso.
“No es fácil, pero tampoco es imposible. No me gusta crear falsas expectativas a quien está buscando una ayuda, pero quiero que sepan, que estoy dispuesta a escucharlos, que estoy con ellos y que haremos todo lo que esté a nuestro alcance”.
En ese trajinar entre las necesidades de los sanfranciscanos confiesa conmovida que, a veces, los que menos tienen son los que están dispuestos a compartir y a dar; por el contrario, algunas personas – pese a tener posibilidades económicas – se cierran a la posibilidad de ayudar a quien lo necesita.
Programas de atención social
Desde su Despacho se despliegan importantes programas sociales: Casa de Abrigo Negra Matea, para niños víctimas de abuso, maltrato y abandono; Ámate, dirigido a abordar la violencia contra la mujer; el Centro de Atención al Adulto Mayor Edad Dorada, que vela de forma continua e integral a 35 abuelos del municipio.
Así mismo, está la Sala Integral de Rehabilitación Infantil del Sur (Siribsur)y el programa En Buenas Manos, para la realización de cirugías menores. A la par, las acciones para frenar el bullying en los centros educativos, entre una amplia gama de iniciativas.
También están las bailoterapias de San Francisco Baila con Ritmo y las clases de yoga, destinadas a ofrecer un espacio de bienestar y esparcimiento a los ciudadanos de San Francisco.
"Me pongo en los zapatos de la gente"
Para ella la empatía es importante y se siente identificada con las necesidades de las personas.
“No ha sido fácil, por eso yo me pongo en los zapatos de la gente. Yo vengo del barrio San Rafael, en Haticos por Arriba, sé lo que es comerse una arepa con mantequilla solamente, si no hay para más (…) Ahora es más difícil, muchos se acuestan sin tener ni un pan…”, señala.
Franciela de Fernández asume con total convicción sus funciones de Primera Dama del municipio. “Acompaño al alcalde en sus visitas a las comunidades, porque tengo una responsabilidad social, no por ser un figurín…”.
Podría decirse que es una Primera Dama todoterreno. Franciela de Fernández sabe que su misión pública está fuera de los muros de su oficina, en las comunidades, escuchando y atendiendo las necesidades de quienes eligieron al alcalde Gustavo Fernández.
También entiende que se precisa de la participación de todos para alcanzar las soluciones, por eso no se cansa de motivar y de sumar voluntades.
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F Reyes
Fotos: José López Linares
Noticia al Día