Natalia Acevedo, desde niña, se ha rodeado del fervor que envuelve a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Junto a su madre, comenzó a vender recuerdos de la Virgen, una tradición que se ha convertido en su sustento y en un legado familiar.
"Mi mamá es muy creyente y me enseñó a salir adelante gracias a la venta de flores y recuerditos. Al igual que ella, soy muy devota a la Chinita. De hecho, el nacimiento de mi hija fue un milagro suyo", expresó Natalia.
Actualmente, Natalia tiene un kiosco cerca de la torre norte de la basílica, donde ofrece una variedad de souvenirs religiosos, como rosarios, pulseras, llaveros y réplicas de la tablita.
"Las fechas cercanas a la festividad de la Virgen son las más prósperas del año. La réplica de la tablita es uno de los productos más solicitados", comentó.
Durante la visita del equipo reporteril de Noticia al Día, varios feligreses adquirieron flores y rosarios en el puesto de Natalia para ofrecerlos a la Chinita. Estos actos de devoción no solo son una expresión de agradecimiento, sino también una forma de pedir protección y bienestar.
María Lozano, una fiel devota, compartió: "Este es mi primer año comprando un rosario para que sea bendecido por la Virgen de Chiquinquirá. Le pido mucho por mí y mi familia".
Valeria Antequera, otra devota, expresó: "Vengo cada vez que puedo por una promesa que le tengo a mi Reina de Chiquinquirá". Marzuel Aguirre, por su parte, afirmó: "Desde niño le soy devota a la Chinita. Ella es la patrona de todos los zulianos".
Los testimonios de los feligreses revelan la riqueza de la tradición oral y la profundidad de la devoción a la Virgen de Chiquinquirá. Cada relato es un hilo que teje la historia de esta fe, transmitiendo valores de esperanza y resiliencia.
Génesis Figueredo/Laura Fernández/Pedro Gómez/Isabel Touissant/Pasantes
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