Santa Rosa de Agua sucumbe a expensas de una marea negra que desde el domingo Día del Padre, aniquila las aspiraciones económicas de la población de pescadores que viven en este turísticamente reconocido sector de Maracaibo.
Al recorrer los caños del paraje lacustre, llevados de la mano por quienes son los primeros interesados en recuperar lo dañado, se observa el golpe que recibe la naturaleza cuando entra con la corriente el bituminoso producto de la contaminación.
En el sector 8 de enero de Santa Rosa de Agua, Servio González, pescador de la zona explicó lo que allí sucede: “ El domingo en la madrugada, nos levantamos para la jornada de pesca y no pudimos hacerlo porque en vez de agua, lo que había era un cuajo de petróleo y grasa”.
Más de doscientas embarcaciones están varadas en las orillas de los caños y en cálculos de los propios pescadores, “ochocientas familias han visto afectadas sus economías”.
“¿Cómo salimos a pescar?”, se preguntan y ellos mismos responden, “si sólo para limpiar por encimita el chinchorro, mínimo se necesitan 10 litros de gasolina y dos kilos de jabón, Es muy dura la cosa”.
En Santa Rosa de Agua, la corriente lacustre ya no trae carpeticas, mucho menos corvinas. En Santa Rosa de Agua, el contaminante alquitrán, ahorita es el que manda.
Noticia Al Día/JCG
