Es una escena que se repite en cada esquina de la ciudad: personas descalzas, con ropa desgarrada y una mirada perdida, rebuscando alimentos en la basura o recolectando materiales de reciclaje.
Este crudo retrato de la precariedad es un reflejo de la crisis que se manifiesta con especial fuerza en Maracaibo, donde la indigencia se ha convertido en una "cicatriz viva" en el tejido social.
Vivir en el centro, terrible
Habitar el centro de Maracaibo implica una convivencia forzada con la indigencia. Las zonas de mayor afluencia comercial se han convertido en refugio para quienes carecen de un hogar, impulsados por la crisis económica y la migración interna.
Aunque el centro histórico ofrece servicios y actividad comercial, la inseguridad y la falta de servicios básicos como el agua potable son realidades que obligan a los residentes a extremar precauciones. A pesar de que algunas ONG brindan atención primaria, su alcance es limitado, y el problema sigue deambulando día y noche. Esto visibiliza la falta de políticas públicas efectivas y de una red de apoyo institucional.
Un simple recorrido por cualquier punto de la ciudad, incluyendo el casco central, muestra que la indigencia y los asentamientos informales son un aspecto innegable de la realidad. Se observa a la gente buscando comida entre los "pipotes" de basura
Multiples factores

La vida en la calle no es el resultado de una única causa, sino de un problema multifactorial. Expertos coinciden en que la desintegración familiar, la falta de acceso a servicios básicos y el impacto de la migración interna son algunos de los elementos que empujan a una persona a la indigencia.

El psiquiatra Néstor Urdaneta, quien atiende en hospitales públicos y centros privados, asegura que aproximadamente "dos de cada diez personas viven en situación de calle en la región zuliana". El especialista señala que las causas son variadas: desde la falta de recursos económicos hasta enfermedades genéticas, problemas de personalidad, familias disfuncionales y adicciones a sustancias como el alcohol y las drogas.
La situación se agrava por la falta de una red de apoyo por parte de fundaciones, especialistas y hasta institucional. Según los expertos, los centros de atención para personas sin hogar son casi inexistentes, y la asistencia se limita a casos de emergencia, donde los bomberos brindan atención primaria antes de que las personas sean devueltas a la calle.
La economía informal como refugio
Para muchas de estas personas, la economía informal se ha convertido en la única vía de subsistencia. A menudo, las familias se ven obligadas a vivir en la calle debido a la pobreza extrema y la falta de ingresos.
El último informe de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) revela que más del 94% de los venezolanos vive por debajo del umbral de pobreza. Esta cruda realidad fuerza a muchas personas a buscar formas de supervivencia precarias.

El aislamiento y la desintegración social
Los jóvenes y adolescentes que viven en la calle, especialmente en el Casco Central de Maracaibo, enfrentan una realidad aún más dura. Sus vidas giran en torno a carencias afectivas y materiales, lo que los lleva a internalizar conductas que se desvían de las normas sociales.
En su necesidad de pertenecer y encontrar un lugar en el mundo, estos individuos van creando sus propias redes sociales, se relacionan con otros en condiciones similares y, poco a poco, se aíslan del resto de la sociedad. Esta desconexión es un reflejo de la desintegración social que acompaña a la crisis.

¿Políticas públicas y soluciones?
Abordar esta compleja situación requeriría políticas públicas e intervenciones específicas por parte de instituciones de salud y organizaciones sociales. Los médicos psiquiatras consultados mencionan la creación de centros de atención, el acceso a la salud mental y el desarrollo de programas de reinserción social, para ofrecer una salida digna a quienes se encuentran en esta situación.

El Hospital Psiquiátrico de Maracaibo enfrenta serias limitaciones de recursos y no tiene cupos para atender a todos los pacientes. Para quienes buscan ayuda, existen opciones de apoyo psicológico:
Línea de Primeros Auxilios Psicológicos: 0424-6115506 (para orientación).
Fundación AMAI TLP: Para información sobre ingresos y apoyo.
Hospital Central de Maracaibo: Ofrece atención y orientación en salud mental.
Hospital Universitario (Sahum): tambièn atiende a las personas y tiene un área de consulta para la salud mental.
La indigencia en el Zulia es mucho más que una cifra; es un reflejo de una sociedad que lucha por sobrevivir y que necesita una respuesta integral y humana. Es un eco de la crisis que resuena en cada rincón de la ciudad.
