El soldado Ydelwis Ely Enes Barrios, de 20 años, logró recibir el suero antiofídico específico tras ser mordido por una serpiente coral (Micrurus dissoleuco) mientras se encontraba de guardia en el cuartel militar de Mara, estado Zulia.
El joven, creyendo que se trataba de una falsa coral, manipuló al animal y sufrió una mordedura en el antebrazo izquierdo. Minutos después comenzó a presentar síntomas de envenenamiento, por lo que fue trasladado de emergencia al CDI de La Sierrita y posteriormente al Centro de Toxicología del Hospital Chiquinquirá, donde ingresó en estado delicado.
Ante la urgencia del caso, el mayor de bomberos marinos del INEA, Luis Contreras, experto en serpientes, fue notificado y confirmó que se trataba de una especie altamente venenosa. Aunque en ese momento no contaba con el antídoto necesario, inició gestiones para conseguir el suero, que finalmente fue localizado y suministrado a tiempo, permitiendo estabilizar al paciente.
El suero antiofídico para mordeduras de serpiente coral no se produce en Venezuela y debe ser importado desde países como Brasil, Colombia, México o Costa Rica, con un costo que puede superar los 5,000 dólares por dosis.
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