El sábado 22 de abril, se celebró el Día Mundial de la Madre Tierra, una fecha marcada en los calendarios por las Naciones Unidas, con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas de la superpoblación, la contaminación y la importancia de la conservación de la biodiversidad.
Qué fecha más importante puede haber, para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para cuidar y proteger donde nacimos, crecemos y nos desarrollamos.
Es lamentable decir que, así como tenemos grandes bondades ambientales, de igual manera estamos atravesando por una serie de conflictos y problemas por el inadecuado manejo y uso de nuestros recursos naturales y por la poca conciencia de la población sobre la importancia de nuestros ecosistemas y la biodiversidad.
Es por ello que, una celebración de este tipo, cobra cada vez mayor relevancia para reflexionar y fomentar el desarrollo de acciones en favor del planeta y el cuidado de nuestros propios recursos, con el apoyo de organizaciones empresariales que operan en el país.
En este requerimiento, se ha centrado la empresa Camaronera del Lago (Camalago), al poner en marcha un ambicioso proyecto para la reforestación del manglar, consciente de que se trata de una especie clave para la conservación de los que necesitan de estos hábitats para poder crecer y desarrollarse.
Mairin Ocanto, estudiante del último semestre de biología pura, y Mario Avila Mariño, biólogo marino, magister en mención ambiental, gestores en representación de la Camaronera de Lago (Camalago), empresa regional dedicada a la siembra, cultivo y procesamiento de camarones, langostino, explotación, reproducción y comercialización de todo lo que al ámbito de la acuicultura se refiere, que está ubicada en La Cañada del municipio Urdaneta del Zulia, informaron sobre el programa que pusieron en marcha para la Reforestación del Ecosistema del Manglar (rojo) que adelantan desde la zona de producción.
La estudiante de biología Ocanto, como gestor del proyecto, señaló que el propósito es identificar las áreas degradadas de manera natural, como antropogénica y en base a ello, "desde este momento se colectaron propágulos del llamado manglar rojo, para sembrar en el vivero y luego ser sembradas en el área seleccionada a reforestar".
Se trata de la plantación masiva de árboles pequeños en superficies forestales que han sido deforestadas, es decir, donde antiguamente existían.
“Es un proceso en el cual se vuelve a sembrar o cultivar en una zona que ha perdido su composición florística, con la finalidad de restablecer la comunidad de plantaciones arbóreas en lugares que han sido talados, con lo cual se mantienen las funciones ambientales y se conserva la diversidad biológica siempre y cuando las tierras donde se siembren las nuevas especies forestales no hayan perdido su productividad, de tal modo que sea posible el desarrollo adecuado de las especies vegetales a ser reforestadas”, explicó.
Enfrentar la contaminación y deforestación
El manglar está presente en más de cien países, pero solo cubren 0,1% de la superficie de la tierra, y la contaminación y la deforestación aún constituyen una amenaza que ha permitido su desaparición a un ritmo acelerado, razón por la cual desde 1965 están consideradas como áreas de preservación permanente.
Para Mario Avila Mariño, este ecosistema ha sido afectado a causa de la inconciencia de los seres humanos, mediante diferentes actividades que han ido reduciendo su funcionalidad e incrementando su fragilidad o inestabilidad.
A su juicio el manglar es un medio de vida de gran importancia en el círculo social, económico, ambiental y cultural productivo, que brinda bienes y servicios para el bienestar y desarrollo humano, animal y vegetal, que constituye el eje de vida de muchos seres vivos.
Es el sitio donde se refugian, reproducen, anidan, crecen, alimentan y, representan el hábitat de miles de especies como peces, moluscos, crustáceos, gasterópodos y aves; donde la mayoría simbolizan un valor comercial para quienes se dedican a la pesca y recolección de productos acuáticos.
El manglar , como uno de los entornos naturales más valiosos de la tierra, se mantendrá vivo en el municipio Urdaneta del Zulia. Está demostrado que tiene dolientes.
Noticia al Día
Javier Sánchez