En los últimos meses, los precios del gas y de la electricidad se han disparado en todo el mundo, llegando a máximos históricos en muchos países. Los hogares y las empresas deben hacer frente a unas facturas muy altas en mitad de una volatilidad de precios extrema que está teniendo un gran impacto en el coste de la vida.
Si empezamos a usar energías limpias y logramos un hogar más eficiente energéticamente no solo ahorraremos en electricidad, sino que reduciremos nuestro impacto en el planeta. Ahora bien, hay varias cosas que podemos hacer en nuestro día a día para reducir el consumo energético. En este artículo te ofrecemos ocho maneras de ahorrar en electricidad.
Apaga los aparatos electrónicos con el interruptor
Cuando apagas la televisión, ¿le cortas también el suministro eléctrico? Dejar los aparatos en standby para poder encenderlos en cualquier momento con el mando implica que continúen consumiendo electricidad, lo cual se refleja en la factura a final de mes. Usar un enchufe con interruptor puede ayudarte a solucionar este problema. Basta con apagar el interruptor del enchufe para cortar el suministro de electricidad al aparato y evitar que permanezca en modo de espera.
Usa bombillas LED
Aunque la mejor manera de ahorrar electricidad es manteniendo las luces apagadas, la tecnología LED es la mejor opción cuando necesitamos encenderlas. Las bombillas LED no solo son más eficientes desde un punto de vista energético, ya que gastan hasta un 90 por ciento menos que una bombilla halógena convencional, sino que además duran más. De esta manera, las bombillas LED resultan más económicas a la larga, ya que consumen menos y evitan que la factura de la luz se dispare.
Cocina de forma eficiente
Los microondas son mucho más eficientes que los hornos tradicionales: consumen menos energía y son mucho más rápidos. Sin embargo, hay veces que no tenemos más remedio que usar el horno o la vitro. En este caso, usa tapas cuando hiervas líquidos y asegúrate de usar la olla adecuada en el fuego adecuado. Ello no solo te permitirá reducir el coste energético, sino también los tiempos de cocción. Además, te aconsejamos que practiques el batch cooking para aprovechar al máximo el tiempo que tengas el horno encendido.
Lava la ropa a una temperatura baja
Lavar la ropa a una temperatura baja (30ºC) no solo ofrece idénticos resultados (los detergentes modernos son igual de efectivos con temperaturas altas y bajas), sino que te permite ahorrar electricidad. También resulta conveniente esperar a tener una carga máxima antes de poner la lavadora.
Seca la ropa al aire siempre que puedas
Siguiendo con los consejos para la ropa, te recomendamos que evites usar la secadora en la medida de lo posible, ya que consume mucha electricidad. Si hace buen día, tiende la ropa fuera, aunque también puedes ponerla a secar al aire dentro de casa en los meses de invierno. Para evitar la humedad, abre una ventana, usa un ventilador o prueba con un deshumidificador.
Reduce el tiempo de pantalla
Si pasas el día en casa, es fácil echar una partida más al Call of Duty, probar otro juego de casino online o ver un último episodio de la serie de moda, pero reducir el tiempo de pantalla puede resultar muy útil para ahorrar en electricidad. Si tienes varios televisores, ordenadores y otros dispositivos con pantalla en uso, la factura de electricidad se dispara sin que te des cuenta.
Compra electrodomésticos eficientes energéticamente
Aunque los electrodomésticos eficientes son más caros, permiten ahorrar dinero a largo plazo. A la hora de adquirir tu nuevo electrodoméstico, asegúrate de que ofrezca un índice de eficiencia alto para poder ahorrar dinero en la factura de electricidad y contribuir al medio ambiente. Ten en cuenta también el tamaño del aparato que necesitas y no compres uno excesivamente grande.
Calienta solo el agua necesaria
El uso de hervidores de agua está cada vez más extendido. Sin embargo, no es necesario llenarlo hasta el máximo cada vez que necesites agua hirviendo, ya sea para preparar un café, un té o la comida del bebé. El hervidor tarda más en llevar el agua a ebullición y, por lo tanto, consume más energía. Calentando solo el agua que necesitas en cada momento ahorrarás tiempo y dinero.
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