Un niño se prepara para una sesión de entrenamiento de beisbol en el patio de su casa con su mamá, quien decidió unirse a él en esta actividad.
Su entusiasmo es contagioso, y ella disfruta la oportunidad de pasar tiempo de calidad con su hijo, al mismo tiempo que lo anima y le ofrece consejos sobre cómo mejorar su técnica.
Con cada lanzamiento, ella le recuerda la importancia de mantener la vista en la pelota y seguir a través del swing.
Este entrenamiento no solo ha sido una oportunidad para mejorar en el béisbol, sino también para fortalecer su vínculo.
Estos momentos son importantes no solo para el desarrollo deportivo del niño, sino también para crear recuerdos inolvidables que ambos atesorarán por siempre.
"Gracias a Dios. Hoy tocó entrenar en casa con la patrona. Mi mamá es la mejor entrenadora personal", escribió el niño mediante sus redes sociales.



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