Familiares de Kellibeth González González, de 39 años, se dirigieron hacia Noticia al Día para relatar lo ocurrido el pasado lunes primero de septiembre, en el Hospital Central de Maracaibo. Aclararon que no destrozaron el área de pabellón ni se llevaron su cadáver a la fuerza. El doctor, presunto responsable de su muerte, les dio permiso para que entraran y se la llevaran.
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Gerardo Nava, esposo de González, contó que ella fue sometida a tres cirugías por el doctor José Prieto.
"Ambos nos dirigimos hacia una clínica porque queríamos operarnos. Allí conocimos al doctor Prieto, quien le recomendó a ella una manga gástrica y a mí un bypass. El 2 de julio le hace la primera operación a mi esposa en la clínica y al tercer día ella comenzó con malestar y mucho dolor en el cuerpo, cuando llamo al doctor para que la revisara me dice que debía llevarla al hospital Central donde él era jefe del área y podía revisarla con más calma", de esta manera comenzó Nava a relatar por todo el proceso que pasó su pareja González.
Agregó, que su esposa permaneció casi dos meses hospitalizada en el Central y no veía mejoría. "El doctor Prieto me dice que ella tenía una fístula, pero como era muy mínima no se reflejaba en los exámenes que le enviaba a hacer. Luego me dice que a ella se le había cerrado el estómago y que debía operarla y hacerle el bypass, operación que le realizó el pasado 29 de agosto en la misma clínica, es decir, tuvimos que trasladarla del Hospital hasta el otro centro médico".
En su descripción, Nava recordó, cuando una médico le dijo al doctor Prieto, que tenía que meter a González en UCI, puesto que lo ameritaba con urgencia por las condiciones en las que se encontraba.
"Yo pagué dos días en la UCI de ese centro clínico, pero el doctor al verse acorralado me dijo que ellos querían era sacarme más dinero y que mejor nos regresáramos al Hospital Central. No esperó ni que se consumieran los dos días que ya tenía pagado. El domingo en la noche ella se agrava y el lunes primero de septiembre, me dice que tenía que meterla de nuevo a pabellón", seguía relatando Nava.
La mujer fue sometida a su tercera operación, siendo esta la última que pudo resistir, puesto que a las pocas horas falleció. "El doctor Prieto apagó su teléfono, bloqueó sus redes y se fue. Me dejó dicho con otro doctor que él tenía mucho dolor por lo ocurrido y como yo le había comentado de nuestras costumbres indígenas que me la podía llevar. Por eso entramos, la sacamos y nos marchamos, no hicimos desastre, no entramos a la fuerza, no tuvimos inconveniente con nadie, yo estaba en mi dolor y pensé que el doctor era mi amigo".
En medio de su dolor, detalló, que al enterarse de todo lo que estaban especulando decidió ir al CICPC, poner la denuncia y aclarar lo ocurrido. "Ayer iba a enterrar a mi esposa, pero preferí que las autoridades se encargaran y la autopsia revelara todo lo que ese carnicero le hizo a mi amada. Exijo justicia".

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