A una semana del brutal crimen que estremeció a dos países, aun el caso sigue latente.
La noche de ese miércoles 26 de marzo, la suegra Miriám Cortés, de 48 años, asesinó a su yerna, Estefany Morales. Le asestó 19 puñaladas en la zona cervical, torácica y en la cabeza, para luego meterla en un pipote de basura y sacarla para el fondo de la casa.
En el inmueble solo estaba Cortés, Morales y su bebé de dos años, quien, presuntamente, presenció la bestial arremetida.
Medios locales informaron, que cuando la pareja de la joven marabina llegó a su casa y le preguntó a su mamá por ella, esta contesto: "Ella ya no te hará más daño, la maté y se encuentra en el basurero", esta impactante confesión se dio a conocer en la primera audiencia que tuvo la investigada en Tribunales.
Sin embargo, en ese momento, la confesión llevó a su hijo a denunciarla ante las autoridades policiales de Chile, quienes confirmaron lo sucedido y la detuvieron de inmediato.
"En defensa personal"
En la primera audiencia judicial, la representante legal de la suegra homicida, alegó, que minutos antes, Morales y Cortes habían tenido una fuerte discusión y la joven había halado por el cabello a su suegra.
"La fallecida le dijo que se llevaría a su hijo y a su nieta y se los regresaría en un ataúd. Posteriormente, Estefany, agarró un cuchillo primero y la señora Cortes se lo quitó y le propinó las puñaladas", fueron algunas de las declaraciones que se lograron escuchar por parte de la defensa de la homicida.
Aunque la parte defensora de la homicida alegó que el ataque fue "en defensa propia", la fiscalía formalizó la investigación contra Cortés por homicidio calificado, argumentando que la mujer planeó el crimen, manipuló el teléfono de la víctima y trató de eliminar pruebas para evitar sospechas.
Una mudanza y el aferro
Las autoridades judiciales presumieron, que el móvil del crimen habría sido por una mudanza: Estefany, junto a su hija y su pareja, tenían alquilada una casa para irse a vivir de forma independiente, desencadenando la furia de su suegra.
Esa mudanza que tenían en puerta y el aferro hacia su hijo llevaron a la tragedia, que lastimosamente terminó con la muerte de la joven marabina, Estefany Morales.
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