Ante algunos inconvenientes que puedan tener los maracaiberos, las rifas se han vuelto un salvavidas para sus gastos en esta Navidad.
Desde ahora y hasta el 31 de diciembre, se intensifica la compra de estrenos y la planificación de la cena. Aunado a ello se le suma la falta de empleo o los bajos presupuestos, impulsando al marabino a "jugarse a la suerte" de forma organizada.
Estas iniciativas solidarias no solo ofrecen premios (desde la tradicional comida navideña hasta electrodomésticos o licores), sino que se convierten en un acto de apoyo mutuo.
La unión familiar y el apoyo vecinal son clave: son parientes y amigos quienes garantizan la venta de los números, ya que están al tanto de las vicisitudes del organizador y del destino específico de lo recaudado (que muchas veces incluye gastos médicos o necesidades puntuales).
Con estas rifas, el ganador obtiene su premio y el coordinador sus ganancias, aquella que son un ‘colchón’ para los gastos de diciembre.
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