Lucha, superación y éxito deportivo, describen a Johana Fuenmayor, atleta olímpica zuliana que a lo largo de su vida ha vencido diversos obstáculos para dar ejemplo de superación a las futuras generaciones deportivas.
La esgrimista nacional cuenta con una amplia trayectoria llena de triunfos a nivel deportivo, académico, profesional y familiar. Fue campeona nacional, suramericana, panamericana y centroamericana, mientras que en lo académico destacó como una de las mejores estudiantes de LUZ hasta lograr graduarse de bioanalista y tener su propio emprendimiento.
Su mayor batalla fue el cáncer de mama, enfermedad que enfrentó gracias al apoyo de sus seres queridos y a la fortaleza mental que desarrolló a lo largo de su trayectoria deportiva.
Actualmente es miembro de la Federación Venezolana de Esgrima, preparando a nuevas generaciones en la disciplina.
Inicios
A los 10 años de edad inició su camino en el deporte, inclinándose por la esgrima. Más tarde, se posicionó entre las mejores de su especialidad en Venezuela, teniendo participación en eventos internacionales que le dieron el impulso a través de sus logros para representar a la nación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en florete.
“Ganar medallas para el estado y Venezuela es la mayor satisfacción que sentí como atleta, y el escuchar el himno nacional en escenarios mundiales te llena”.
Juegos Olímpicos de Londres 2012
En su experiencia olímpica, la zuliana sufrió un esguince. No obstante, ganó sus primeras competencias, pero no pudo seguir avanzando por la gravedad de su lesión.
“Participar en unos juegos olímpicos es una emoción indescriptible que te llena de orgullo como venezolana. En el evento tuve la oportunidad de competir con las mejores. Por otra parte, el hecho de que ganáramos una medalla de oro como equipo a través de Rubén fue muy emocionante”, expresó Fuenmayor al describir la condecoración de su compañero, quien se convirtió en ese entonces en el segundo venezolano en alcanzar una medalla dorada en la cita olímpica.
Un año más tarde de su participación en territorio británico, Fuenmayor se convierte en mamá, por lo que su carrera deportiva estuvo en pausa tras el nacimiento de su hijo Samuel, un talentoso niño que destaca con su canto.
Su mayor openente, el cáncer
En 2020 se le detectó un quiste benigno en uno de sus senos, pero un año más tarde, en plena pandemia de covid-19, fue intervenida quirúrgicamente,y a través de una biopsia, el tumor detectado arrojó celulas malignas, por lo que tuvo que enfrentarse al mayor oponente de su vida, el cáncer.
"Yo pienso que si no hubiese sido esgrimista, no hubiese podido enfrentar el cáncer", expresó la marabina con lágrimas en sus ojos, destacando que en procesos de quimioterapia acudía a las practicas para ayudar a los chicos en su formación.
"En la esgrima encontré fortaleza para enfrentar al mayor de los combates", puntualizó la campeona, quien actualmente es testimonio de vida tras sobrevivir.
Actualmente es miembro de la Federación Venezolana de Esgrima, preparando a nuevas generaciones en la disciplina.
“Por diversas razones, hay muchos talentos que abandonan la disciplina. No obstante, como miembro de la federación, en la rama masculina he visto avances significativos, ya que los muchachos se han mantenido dentro del top 10”, indicó Fuenmayor al momento de comentar el desempeño del equipo masculino de esgrima, quienes alcanzaron un diploma olímpico en los pasados juegos de París 2024.
La zuliana considera que la esgrima le ha dado tanto en su vida, y actualmente desea seguir colaborando para la formación de futuras estrellas nacionales.
Por último, la floretista aconsejó a las nuevas generaciones que el deporte y la educación deben trabajar de manera mancomunada a la hora de resolución de problemas y organización de estrategias que permitan el éxito deportivo.
Fotos : Wilberth Marval y Archivo
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