Los brutales ataques a los que son sometidas las mujeres en Venezuela por violencia intrafamiliar, es un delito que reincide con mayor frecuencia en el país y, ante ello, el Zulia no es la excepción. Según expertos, la mayoría de las mujeres conocen sus derechos y cómo pueden conseguir ayuda, pero en algunos casos, las arropa el silencio.
Legalmente, lo básico es denunciar, enfrentar la situación y matar el miedo, antes que el miedo deje lamentables desenlaces.
La violencia comienza de manera pasiva, desde aquel "celo" por alguna vestimenta o trato agradable hacia otra persona hasta las visitas de la propia familia; cuando la mujer permite el primer abuso.
Sin embargo, cuando la mujer decide poner fin al abuso, tiene al lado una mano amiga, instituciones del Estado que se encargan de apoyarlas en todo los procesos. En Maracaibo, se encuentra el Instituto Municipal para la Mujer e Igualdad de Género, organización que cuenta con mujeres capacitadas para enfrentar y confrontar esa situación.
Lo pasivo, es la mujer
Glendy Guevara, vicepresidenta del Instituto Municipal para la Mujer e Igualdad de Género, puntualizó que el problema es cultural, puesto que la mujer ha normalizado la violencia y la ha formado parte de su día a día. A juicio de la especialista, por ello, la mujer invisibiliza la violencia.
"La violencia pasiva es la misma mujer, lamentablemente, esto es un problema social y cultural. Cuando la mujer cree que necesita de alguien que las valide como persona, es allí cuando reincide el problema, así como el que hemos venido arrastrando y nuestra tarea es romper esos paradigmas", expresó Guevara.
Las creencias asfixian
"¿Lo que Dios une que no lo separe el hombre?. Para aguantarle a otra persona, quédate con el padre de tus hijos", se ha oído en algunos refranes, y es ahí, explica la especialista, cuando " se le da fuerza al hombre para que arremeta en nuestra contra", mientras destacó que son esas creencias las que asfixian a las mujeres.
Detalló, que es un patrón y hay que desprenderse. "Mi abuela, mi mamá, mi tía, aguantó, y así van repitiendo patrones".
Buscan formarlas
Dangela Barroso, presidenta del referido instituto municipal, informó que su tarea principal es empoderar a la mujer, educarlas y formarlas.
Barroso añadió: "Hay mucha información que hoy en día es tabú, que la población poco sabe que eso puede ser una forma de maltrato, y al escuchar lo reconocen".
Agregó, que desde el instituto refuerzan a la mujer. " Para nosotros la mujer no es una cifra, no es un número, la vemos como un ser y el trabajo va hacía ella y el primer paso es mostrarle ese espejo".
"Desde el Instituto le ofrecemos a la mujer atención psicológica, asesoría legal, acompañamiento y derivaciones seguras, orientación personalizada en situación de riesgo, charlas informativas y sensibilización para fomentar su crecimiento personal", finalizó diciendo la presidenta Barroso.
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