Este mercado popular de ropa de Maracaibo no escapa a los cambios impuestos por las redes sociales, en eso que llaman "la generación de cristal", así entonces: no se dice poner, se dice colocar (¿?), no se puede llamar negro a una persona y, en el caso específico, El callejón dejó de ser de "los pobres". Y hasta razón tendrán.
Esta mañana visitamos El Callejón. El hecho de ir cuando comenzaba la mañana mostró poca afluencia con tendencia a mejorar. Los comerciantes están bien surtidos. El colorido y el bullicio usual. La chispa del zuliano hace la diferencia. Hay cada estilo y ocurrencia. El sexo femenino es el principal comprador y para ella va la artillería pesada de la seducción, de la atracción para concretar una venta.
Es imposible salir de allí con las manos vacías. Para las damas hay caballeros atentos y joviales quienes a las mayorcitas las hacen sentir como princesas y se derriten en halagos con las jovencitas. En una mesa o puesto (así se llama el territorio de cada vendedor) hay hombres y mujeres quienes abordan a los curiosos.
La mercancia viene de distintas partes: Panamá, Colombia, EEUU, China y Perú.
Cuando preguntamos qué era lo más vendido, la respuesta fue tajante
- Blujines.












Noticia al Día / JC