El analista en Energía y Petróleo, Heliodoro Quintero, en entrevista con Noticia al Día, resaltó las significativas consecuencias económicas y sociales derivadas de la revocación de la licencia de Chevron en Venezuela, medida adoptada por la administración de Donald Trump.
Quintero advirtió que esta decisión no solo afectará las regalías, que eran clave para financiar obras sociales y públicas en municipios y estados, sino que también tendrá un impacto considerable en la estabilidad económica del país, el valor de la moneda y la inflación. Además, señaló el incremento del desempleo entre los profesionales del sector petrolero y la disminución del flujo de caja para las arcas fiscales.
El analista subrayó que, aunque las sanciones energéticas impuestas a Venezuela buscan un cambio político, sus resultados han sido contraproducentes, impactando directamente al ciudadano común. “Las sanciones no han traído ningún beneficio del propósito que las inspiraron, sino que afectan al ciudadano de a pie”, afirmó.
Indicó que, en un periodo de los últimos dos años y tres meses, las empresas que operan bajo licencia solo han conseguido producir 300 mil barriles diarios, un ritmo que contrasta con los logros de la década de los 90. La comparación la hizo a propósito de una propuesta opositora presentada de manera no oficial en la conferencia CERAWeek 2025 en Houston, ante 120 personas mayormente miembros de la oposición venezolano y no ante los 2 mil delegados que conforman esta gran convención petrolera de EE.UU. Quintero destacó que ignoró aspectos esenciales como el marco regulador vigente y las implicaciones institucionales necesarias para su implementación.
Enfatizó las dificultades del plan opositor al contrastar el contexto actual con los logros del pasado. Explicó que en la década de los 90, con todos los recursos disponibles y un sistema de asociaciones y empresas mixtas, Venezuela logró un aumento significativo en la producción de petróleo, alcanzando 1.2 millones de barriles diarios adicionales durante el último gobierno de Rafael Caldera, todo ello sin abandonar la OPEP ni modificar el marco legal vigente.
Sin embargo, volvió a recordar que en la actualidad, bajo un entorno de sanciones internacionales, en un periodo de dos años y tres meses las empresas que operan bajo licencia solo han conseguido producir 300 mil barriles diarios. Esta comparación refleja, según Quintero, los enormes desafíos estructurales, tecnológicos y de confianza que implica alcanzar una producción de 3 millones de barriles diarios.
Subrayó que cualquier propuesta de este tipo debe considerar aspectos fundamentales como el papel de las empresas que operan bajo licencias, así como el marco legal e institucional vigente en Venezuela.
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