Junto con el ingeniero Francisco Quintero, uno de los expertos promotores de esta audaz iniciativa que ya está desarrollándose en otros países del mundo, proponemos cambiar la forma de ver la crisis y amenazas, como el caso de la criptominería tradicional, como una oportunidad.
Ello, a través de un proyecto que no propicia la suspensión de la minería a gran escala, sino la creación de granjas autónomas aisladas del SEN, con autonomía energética mediante el uso de las energías alternativas reguladas, fiscalizadas, medidas y auditables.
Además de generar el anhelado bienestar, esto servirá de solución para dinamizar los ingresos de la familia venezolana a través de los grupos más impactados por la situación: jubilados, pensionados, familias con ingresos vulnerables y esa juventud que hoy está migrando. Para lograrlo, se propone convertir una amenaza de los consumidores con alta demanda en una oportunidad para impulsar una nueva forma de economía como lo es la Criptominería solar a pequeña escala aislada del SEN, que genere dividendos para honrar el pago de cualquier sistema alternativo financiado y un ingreso adicional que complemente la dieta del hogar.
Es, más que oportuno, providencial, reconocer como una oportunidad económica este tipo de actividad mediante el suministro de equipos de micro minería como parte de un Programa de Gobierno, que incluya paneles solares fotovoltaicos híbridos con energía mini eólica y sistema de acumulación con inversores bidireccionales. Esto, permitirá pagar la factura por concepto de la adquisición de equipos, impuestos a la nación y elevar el ingreso familiar por encima de los US$600.
Una Criptogranja Solar modelo
El objetivo es buscar una generación de beneficios para toda la cadena de producción en el uso de esta oportunidad de negocios como lo son las criptomonedas.
Tomemos como ejemplo una granja con una generación centralizada solar de 1MW con un esquema o bloque de 100 viviendas, alimentadas con energía proveniente de los paneles solares. Por tratarse de un sistema híbrido, se construye una mini eólica.
El Estado vende el kit para lo que es la criptominería, instala la máquina, cada familia empieza a minar en su vivienda y a generar dividendos. Los dividendos obtenidos permitirán el pago de los equipos al Gobierno. Un detalle muy importante es el seguimiento de lo que se consume en energía y la consolidación de esa data, tarea que corresponde al organismo de adscripción.
Nuestro llamado es a revertir la fórmula…
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