En las últimas intervenciones de la vice-presidenta ejecutiva Delcy Rodriguez, ha sido enfática en hablar sobre la urgente necesidad de avanzar con las energías fotovoltaicas a partir del sector residencial e incluir paneles solares en todas las viviendas unifamiliares. También, plantea que Venezuela debe convertirse en una importante referencia como país sustentable, libre de contaminantes que afectan el cambio climático.
Es allí donde las energías fotovoltaicas juegan un papel crucial frente al actual modelo de generación de energía a través de las termoeléctricas.
Las plantas termoeléctricas generan energía con el calor obtenido de la combustión de combustibles como el gas y derivados del petróleo y son los grandes contaminadoras, responsables de producir gases de efecto invernadero a gran escala, que a su vez propician el calentamiento global que en el presente se padece.
En el país, llevamos 20 años reparando o repotenciando termoeléctricas. Ya es tiempo de jubilarlas y pensar en propuestas limpias y eficientes.
Las termoeléctricas deben demolerse y construir en esos espacios granjas solares.
Así se está haciendo en el mundo. El poder contaminador de las termoeléctricas es monstruoso.
Igual, dejaron de ser rentables. No tiene sentido consumir cuantiosos volúmenes de combustibles para transformarlos en energía eléctrica.
¿Es posible en un país petrolero como Venezuela plantearse lograr su seguridad eléctrica solo a partir de las energías limpias como la hidráulica, la fotovoltaica y la eólica?
Totalmente posible, los grandes productores de petróleo a nivel mundial muestran visiblemente ese giro energético.
Ahora le toca al país solar entrar en ese camino y desde ya, todos apostando a esa Venezuela sustentable.
Lenín Cardozo/@lubio_lenin_cardozo