El ambiente reinante en Venezuela, es de esperanza y deseos de superación de la difícil crisis por la que atraviesa nuestro país.
Se deben identificar, atender y resolver los problemas fundamentales, para esta manera lograr el clima propicio para la convivencia en paz.
Los servicios públicos, tales como la electricidad, el agua, la gasolina ( combustibles), deben ser asuntos de máxima atención por parte del Gobierno y de la misma Oposición. Son problemas de todos y cada uno de los venezolanos.
Entendemos que las sanciones constituyen una enorme carga para normalizar nuestra economía. El 95% de los ingresos de Venezuela, provienen de las exportaciones petroleras, las cuales se encuentran muy bajas. Si para el 2014 teníamos una producción de petróleo de 2.7 millones de barriles diarios, para el año 2021, 2022y 2023, tenemos una producción de menos de 500.000 barriles diarios. De manera que lis ingresos se redujeron en la misma proporción. Esto aunado a la desidia y a la mala gerencia de nuestra principal industria. La desinversión se hizo manifiesta. Ni para el elemental mantenimiento para preservar la valiosa infraestructura existente, mucho menos para hacer las inversiones de nuevos desarrollos petrolíferos.
Así las cosas, nos encontramos al día de hoy. Con la esperanza y la confianza que habrá mejoras para nuestra industria petrolera, que se recuperará y tendremos mejores ingresos y auditoría vendrán inversionistas de diferentes partes del mundo.
Habrá que hacer algunos cambios importantes a nuestras leyes y condiciones, para que Venezuela pueda competir como país petrolero con otros que ofrezcan mejores condiciones.
Las sanciones tendrán que levantarse. No han conducido a nada que no se el malestar del pueblo.
Las “ salidas” fáciles para nuestra democracia, han sido nefastas inconvenientes y desastrosas para todos.
Apostemos por Venezuela. El país donde nacimos y vivimos
Que viva Venezuela.
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