Otro clásico del cine. Yasujirō Ozu, Tokio, 12 de diciembre de 1903-Tokio, 12 de diciembre de 1963.
El cine es el gran arte del siglo 20. Define culturas y sociedades, estéticas, géneros y temas.
Educación sentimental de generaciones y un arte popular y democrático por excelencia.
Dudo que alguien, que haya vivido en estos tiempos, no haya visto una película.
El Cine como industria y espectáculo ha funcionado y funciona "a la moda" para ser exitoso en taquilla y público, pero de tanto en tanto, de esa jungla, sale una gran película, y junto a otras pocas, no muchas, va creando la verdadera historia del Cine como Arte.
Ozu, está en esa historia del buen cine, sobrio, equilibrado, contenido, desarrolla sus películas de la cotidianidad, desde el sentimiento honesto, de cada personaje.
La tragedia y el drama, que acompaña a todo ser humano, se aborda, desde el silencio, la mirada, el gesto, un detalle, una manera muy estoica y muy japonesa de concebir la vida.
En las películas de Ozu lo particular cultural se hace universal, un humanismo sin sentimentalismos.
La fotografía, las actuaciones, las escenografías, se deslizan con suavidad frente a nuestra vista, como el caminar reverencial de estas mujeres, tan oriental, tan japonés.
Un cine, el de Ozu, para entender, la tormenta interior, de cada pasión y cada emoción, con la sonrisa triste y la mirada en lejanía, de los seres humanos reales.