Martes 30 de diciembre de 2025
De Interés

Fin de año en Venezuela: prudencia, expectativas y el sentido de estas fechas (Por: Dr. Juan Pablo Montiel Almeida)

En este contexto, los temas internacionales adquieren una lectura distinta. La atención puesta en la relación entre Venezuela y Estados Unidos no se percibe solo desde la política exterior, sino desde su posible impacto en la vida cotidiana.

Fin de año en Venezuela: prudencia, expectativas y el sentido de estas fechas (Por: Dr. Juan Pablo Montiel Almeida)
Fin de año en Venezuela: prudencia, expectativas y el sentido de estas fechas
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Los últimos días del año suelen concentrar una carga simbólica particular para los venezolanos. No se trata únicamente del cierre de un calendario, sino de un momento de pausa colectiva en el que confluyen balance, expectativa y cautela. Cuando el año está por terminar, el país entra en un estado distinto, menos ruidoso y más reflexivo.

Sin embargo, no deja de ser llamativo que, incluso en fechas tradicionalmente asociadas a la Navidad, la conversación pública esté dominada por conflictos, guerras y ataques. En lugar de resaltar valores como la paz, la reconciliación y el encuentro, el foco suele desplazarse hacia escenarios de confrontación que poco tienen que ver con la esencia de estas fechas.

Esta realidad no pasa inadvertida para una sociedad que, por cultura y tradición, ha entendido la Navidad como un tiempo de unión, recogimiento y esperanza moderada. Más allá de credos o celebraciones formales, el sentido profundo de estos días siempre ha estado ligado a la convivencia, al respeto y a la posibilidad de mirar al otro con mayor humanidad.

En este contexto, los temas internacionales adquieren una lectura distinta. La atención puesta en la relación entre Venezuela y Estados Unidos no se percibe solo desde la política exterior, sino desde su posible impacto en la vida cotidiana. En estas fechas, más que reacciones inmediatas, predomina la expectativa prudente de lo que pueda venir, sin perder de vista la necesidad de estabilidad y entendimiento.

El fin de año no suele vivirse como un punto de quiebre absoluto. Existe una comprensión extendida de que los procesos continúan y de que las transformaciones reales no dependen de anuncios apresurados ni de discursos de ocasión. Esta mirada, construida desde la experiencia, ha llevado a muchos venezolanos a moderar expectativas y a valorar la calma como un bien necesario.

Para el venezolano común, el cierre del año está más vinculado a lo esencial. La familia, el entorno cercano y la tranquilidad momentánea ocupan el centro de la escena. Desde allí se observa el futuro con cautela, pero también con la convicción de que preservar valores como la paz y el respeto sigue siendo fundamental, incluso cuando el contexto global parezca alejarse de ellos.

El fin de año, en definitiva, no es un momento para alimentar tensiones, sino para reafirmar principios. En medio del ruido internacional, recordar el sentido de estas fechas es también una forma de resistencia serena. Apostar por la paz, por el entendimiento y por la convivencia sigue siendo, hoy más que nunca, una decisión consciente.

@juanpablomontielalmeida

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