Como lo revela La Prensa de Lara, la fe en la Divina Pastora va más allá de la gran procesión del 14 de enero. En los hogares de Santa Rosa, cuna de esta devoción, la Virgen es venerada a diario en un ambiente íntimo y familiar.
Familias como los Jiménez y los Villanueva mantienen vivas las tradiciones, reuniéndose en oración y adornando sus imágenes de la Divina Pastora.
María Leonor Sosa de Jiménez, con casi 30 años dedicados a vestir a la Virgen, destaca la importancia de esta práctica para fortalecer los lazos familiares y mantener la fe.
En cada hogar, la Divina Pastora es un punto de encuentro y una fuente de consuelo. Los vecinos se unen en oración, pidiendo por la salud, la paz y el bienestar de sus comunidades. La devoción a la Virgen es, para ellos, un pilar fundamental en sus vidas.
Noticia al Día / La Prensa de Lara