Nació un 6 de diciembre de 1946 en El Saladillo, Maracaibo y se inició en el hipismo a los 14 años en el llamado hipódromo de La Limpia, para después llegar al óvalo de la Rinconada en 1965 y debutar el 3 de abril. Su talento y disciplina por espacio de 46 años lo llevaron a ser una de las mejores fusta del hipismo venezolano que obtuvo cinco casquillos de oro, emulando además a su reconocido colega Gustavo Ávila al obtener ocho triunfos en una semana
Conversamos con Ángel Parra, estrella del hipismo venezolano vía telefónica. Nos atendió a través de su sobrino aquí en Maracaibo, Nivio Parra, quién nos puso en contacto. Noticia al Día saludó al jinete zuliano que con su brillante actuación marcó una época en las carreras de caballo del país considerado una gloria dentro de ese ambiente en los años 70 y 80.
En la historia sobre esta actividad se reseña que al principio de los años 70, el zuliano se encontraba entre los mejores jinete que hacían campaña en el óvalo de La Rinconada. Entre 1970 y 1976 ganó cinco clásicos Simón Bolívar y cinco casquillos de oro, perdiendo el de 1973 contra “El monstruo” Gustavo Ávila.
Recordamos que siempre estuvo entre los mejores jocky que hacían campaña en el país. “El diablo”, como era conocido por su garra, tenacidad y no amilanarse ante nada ni nadie, se adjudicó los clásicos Simón Bolívar en los años; 1971, 1972, 1973, 1975 y 1978. No solo fue el más ganador de esta competencia, sino que también es el único que lo ha conseguido alcanzar en tres años consecutivos, récord que mantiene.
Cinco casquillos de oro
"Parrita" recuerda que se adjudicó los casquillos de oro, con 106 lauros: 1972 con 115 éxitos, 1974 con 84 laureles, 1975 con 135 fotos y 1976 con 111 éxitos, además de 5 subcampeonatos; una cosecha que finalizó con la entrada del desaparecido astro Juan Vicente Tovar a la escena hípica.
En junio de 1965 logra la hazaña de ganar ocho carreras en una semana en La Rinconada, siendo igualado únicamente por Gustavo Ávila.
Los pura sangre destacados
Ángel Francisco tuvo una trayectoria de más de 46 años y fue el mayor ganador montando a los ejemplares: Straightway (1971), Mckenna’s Gold (1972), Vaticinio (1973), Gran Tiro 1975 y Arturo B (1977).El 4 de noviembre de 2000, se produce un hecho histórico en el hipódromo La Rinconada, cuando corona 2.000 victorias en el hipismo nacional sobre la silla Fast Ball, sitial que solo comparte con Juan Vicente Tovar y Balsamino Moreira.
El 29 de febrero de 2004, año bisiesto, obtuvo su último triunfo en las pistas venezolanas encima de “Amor Salvaje” y el 5 de julio para esa fecha, hace veinte años, decidió colgar las botas sin que nadie hasta el momento haya superado su récord de haber ganado cinco clásicos Simón Bolívar.
Sus hijos fuera del hipismo
Ángel nos dijo una vez más que no le gustan las entrevistas y menos ahora que no esta encima de los pura sangre. Aseguró que la profesión sigue siendo interesante y que la actividad en el hipódromo La Rinconada ha cambiado mucho a favor, porque "se ha saneado y eso hay que reconocerlo", agregó.
Le consultamos si alguno de sus hijos o nietos seguiría sus pasos y de una manera firme respondió: No. Tengo un hijo varón que es piloto y se dedica a su actividad y una hija que es ingeniero y vive en Chile donde trabaja en su profesión.
El "diablo" como lo bautizaron los narradores hípicos de la época se mostró un poco más abierto a la entrevista cuando le preguntamos si añoraba aquel tiempo de los cinco clásicos Simón Bolívar que obtuvo y que hasta el momento nadie a podido superar. "Fue algo grandioso, aún se siente la alegría de este acontecimiento", indicó.
El hipódromo y los trabajos
Parra dice que a su edad (66) todavía va a la Rinconada a ver los trabajos que realiza mucha gente que es amiga. "El óvalo ha cambiado, eso hay que decirlo, se ha saneado", refirió.
"Voy a los trabajos me siento cada día como aquellos cuando corría, porque más allá de ser un juego de envite y azar es una gran pasión, es un gran deporte donde hay profesionales, entrenadores, jinetes, veterinarios, los obreros, todos amigos que uno aún quiere y respeta", resaltó.
"Esta profesión, esta actividad tiene mucho de aprender todos los días y es por eso que hay que estar al día", consideró Parrita.
Se tiene una deuda moral muy grande, ya que este zuliano, que brindó grandes emociones al pueblo que lo vio nacer en El Saladillo, es merecedor de justos reconocimientos.
NAD