La ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) registró, entre octubre de 2022 y el mes de julio de este año, 240 casos «sospechosos» de tuberculosis en 161 calabozos policiales del país; aseguran que la «falta de distanciamiento» es la principal causante de que estas enfermedades infecto-contagiosas se propaguen con facilidad.
Los calabozos policiales en Venezuela están albergando distintas enfermedades debido a condiciones de hacinamiento, problemas de salubridad y alimentación.
Una Ventana a la Libertad también informó que el hacinamiento en los calabozos policiales es de 170 % y dijo que hay diez mil 254 presos en 161 espacios, cuando la capacidad instalada es de seis mil 28. Entre octubre del año pasado y enero de 2023 por "temas relacionados a la salud» murieron al menos ocho detenidos".
Estos datos surgieron tras realizar 18 jornadas médicas asistenciales para determinar en qué condiciones sanitarias se encuentran los centros de detención preventiva y el estado de salud de los privados de libertad.
Sin embargo, Una Ventana a la Libertad, que realizó las jornadas junto a la ONG Proyecto Once Trece, no precisó si a los reclusos enfermos se les ofreció algún tipo de tratamiento o pruebas específicas para descartar la enfermedad.
Una Ventana a la Libertad también informó que el hacinamiento en estos centros de reclusión es de 170 % y dijo que hay diez mil 254 presos en 161 espacios, cuando la capacidad instalada es de seis mil 28.
Este hacinamiento es el responsable, de acuerdo con UVL, que enfermedades como la tuberculosis, la escabiosis (sarna), gripes y covid-19, entre las más comunes, se mantengan en la lista de problemas de salud entre los privados de libertad.
Una Ventana a la Libertad también dijo que «al menos ocho reclusos murieron» entre octubre del año pasado y enero de 2023 por «temas relacionados a la salud»; pero no precisaron qué enfermedades o afectaciones específicas tenían.
También afirmaron que en ese mismo período de tiempo registraron 45 detenidos con VIH/sida, siete con covid-19 y 411 con aparente desnutrición.
No obstante, estos datos corresponden a 161 calabozos evaluados de los más de mil que existen en todo el país; por lo que no se descarta que existan más casos en los demás centros de detención preventiva.
De los 161 centros de detención analizados, «solo 86 tienen baños y 87 cuentan con agua potable». Ninguno tiene espacios especiales, capacidad o personal para atender a mujeres embarazadas o personas con discapacidad física o mental.
Las jornadas médicas de las ONG Una Ventana a la Libertad y Proyecto Once Trece se llevaron a cabo en Caracas y seis estados del país (Miranda, Carabobo, Bolívar, Aragua, La Guaira y Zulia), donde mil 276 personas fueron atendidas, entre ellas 83 adolescentes y algunas embarazadas.
Una Ventana a la Libertad exige al Estado venezolano desarrollar políticas públicas para atender a los presos de estos espacios, donde los detenidos pasan años y se supone deberían estar máximo 48 horas.
Noticia al Día
Con información de UVL