Uruguay no celebra la Navidad, ni Día de Reyes, ni la Semana Santa ni el Día de la Virgen,
desde 1919, hace más de cien años, cuando modificó su calendario oficial y eliminó la fiesta del nacimiento de Jesús y la reemplazó por el Día de la Familia.
En este país las familias celebran este día de diversas maneras, aunque otras en el país suramericano sí celebran la Navidad en reuniones familiares o con una cena especial, como en el resto de los países de América Latina.
Estas fechas se siguen celebrando en grande, pero en el calendario oficial tienen otras denominaciones: la Navidad es el Día de la Familia, el Día de Reyes es el Día de los Niños, la Semana Santa es la Semana de Turismo y el Día de la Virgen es el Día de las Playas.
La secularización de los feriados religiosos es apenas una de las múltiples acciones que llevó adelante el país entre fines del siglo XIX y principios del XX, para separar completamente al Estado de la Iglesia católica. Se trata de un proceso tan singular en la región que se ha convertido en caso de estudio para los académicos.
El primer hito significativo que marcó este proceso de secularización del país sucedió tan pronto como en 1861, apenas unos 30 años después que el país aprobó su primera Constitución. Ese año los cementerios, que estaban bajo el control de la Iglesia, pasaron a estar bajo la órbita del Estado. De allí en adelante, hasta que en 1917 se aprobó una Constitución que separó formalmente a la Iglesia del Estado y garantizó la libertad de culto, la institución católica fue perdiendo cada vez más poder real y simbólico.
Con información de Noticiero Digital