Al menos 103 personas murieron el miércoles, cuando dos bombas estallaron en medio de una multitud que conmemoraba el cuarto aniversario de la muerte del general Qasem Soleimani, informaron medios estatales iraníes.
Las explosiones se produjeron en plena tensión en Oriente Medio y un día después que el número dos de Hamás, Saleh Al Aruri, aliado de Irán, murió en un ataque en Beirut, que las autoridades libanesas atribuyeron a Israel.
Las explosiones, que ocurrieron con unos 15 minutos de diferencia, tuvieron lugar cerca de la mezquita Saheb al Zaman, donde se encuentra la tumba de Soleimani, en la ciudad de Kermán, en el sur de Irán.
Rahman Jalali, vicegobernador de la provincia de Kermán, declaró en la televisión estatal que fue "un atentado terrorista".
Nadie reivindicó el ataque de momento, el más mortífero en el país desde la revolución islámica de 1979.
"El número de muertos aumentó a 103 tras el fallecimiento de personas heridas durante las explosiones terroristas", dijo la agencia oficial de noticias Irna.
La televisión estatal indicó que 211 personas resultaron heridas y algunas de ellas se encuentran en estado crítico.
Entre los muertos hay tres paramédicos que acudieron al lugar tras la primera explosión, afirmó la Media Luna Roja iraní.
El presidente Ebrahim Raisi condenó este ataque "odioso" y la República Islámica decretó un día de luto nacional el jueves.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, prometió el miércoles una "dura respuesta" a los "malvados y criminales enemigos de la nación".
Imágenes difundidas por internet mostraron a la multitud tratando de huir del lugar mientras el personal de seguridad acordonaba la zona. La televisión estatal mostró ambulancias y socorristas en el lugar.
La agencia de noticias iraní Tasnim afirmó que "dos bolsas con bombas hicieron explosión". "Los autores (…) detonaron aparentemente las bombas por control remoto", añadió.
"Vimos a gente cayendo"
Las explosiones tuvieron lugar mientras la multitud se congregaba para conmemorar el cuarto aniversario de la muerte de Soleimani, muerto a los 62 años en un ataque en 2020 de un dron estadounidense a las afueras del aeropuerto de Bagdad (Irak).
"Estábamos caminando hacia el cementerio cuando, de repente, se detuvo un vehículo detrás de nosotros y explotó una papelera que contenía una bomba", declaró un testigo a la agencia Isna.
"Solo oímos el ruido de la explosión y vimos a gente cayendo. Había una bomba en la papelera", insistió el testigo.
Al anochecer, la multitud regresó al lugar de los hechos coreando "¡Muerte a Israel!" y "¡Muerte a Estados Unidos!". En Teherán, miles de personas se congregaron en la Gran Mezquita de Mosalla para rendir homenaje a Soleimani.
"Condenamos el amargo incidente terrorista de hoy (…) Espero que los autores del crimen sean identificados y castigados por sus actos", declaró la hija de Soleimani, Zeinab.
El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó el miércoles un ataque "escandaloso por su crueldad y su cinismo". Irak lo calificó de acto "terrorista" al igual que la Unión Europea, que expresó "su solidaridad con el pueblo iraní".
Conspiraciones "terroristas"
Irán libra desde hace tiempo una guerra en la sombra de asesinatos y sabotaje con su enemigo Israel, además de combatir contra varios grupos yihadistas y armados.
En septiembre, la agencia de noticias Fars informó que un "operativo" clave afiliado al grupo Estado Islámico, encargado de llevar a cabo "operaciones terroristas" en Irán, fue detenido en Kermán.
En julio, los servicios de inteligencia iraníes declararon que desarticularon una red que, según ellos, estaba "vinculada a la organización de espionaje de Israel" y que planeaba "operaciones terroristas" en todo Irán, incluida "una explosión en la tumba" de Soleimani, según Irna.
El general Soleimani, jefe de las Fuerzas Quds de los Guardianes de la Revolución -el ejército ideológico de Irán- era el encargado de las operaciones exteriores iraníes, especialmente en Oriente Medio.
Soleimani era una de las personalidades más populares del país y estaba considerado un héroe por su papel en la derrota del grupo Estado Islámico tanto en Irak como en Siria.
Tanto Estados Unidos como sus aliados lo consideraron durante mucho tiempo como el enemigo jurado.
Tras su muerte en 2020, el ayatolá Ali Jamenei, el guía supremo de Irán -que solía referirse a él como "mártir viviente"- había decretado tres días de luto nacional.
Millones de personas lo homenajearon en los días posteriores a su muerte, en una muestra de unidad nacional.
AFP