El Parlamento de Rumanía ha autorizado el sacrificio de 426 osos pardos hasta 2025 para reducir la sobrepoblación de estos animales y evitar ataques a los ciudadanos, una medida que, según el ministro de Medio Ambiente no soluciona el problema, informan este martes los medios locales.
"La ley recién aprobada no resuelve el problema de los osos en Rumanía, y sigue sin haber garantías de que la gente no se tope con estos u otros animales salvajes en el bosque", afirmó el ministro Mircea Fechet, de acuerdo con el portal Kronikaonline.ro.
El Parlamento aprobó el lunes por la tarde la ley que autoriza el sacrificio de 426 osos pardos entre este y el próximo año, así como de 55 ejemplares en defensa directa de la vida humana, que especifican como "casos de urgencia".
"Es obvio que la vida humana es más importante que cualquier otra cosa, pero esto no significa que cualquiera pueda cazar osos en Rumanía cuando quiera. Nos centraremos en las zonas de alta concentración", detalló el primer ministro rumano, Marcel Ciolacu.
Diversas organizaciones medioambientales protestaron en contra del sacrificio de osos, como es el caso del grupo ecologista Agent Green, que ha logrado 82.000 firmas en contra de la ley para evitar que estos ejemplares "sean cazados como trofeos".
Una mujer rumana de 19 años falleció la semana pasada en las montañas de Busegi, en las cercanías de la ciudad de Brasov, por el ataque de un oso pardo, que fue sacrificado por las autoridades.
La creciente presencia de osos pardos en Rumanía, resultado de exitosos programas de protección adoptados en las últimas décadas para evitar su extinción, está causando preocupación en el país.
Actualmente, el 40 % de la población total del oso pardo en Europa habita en Rumanía, donde se estima que viven 7.200 ejemplares.
En marzo de este año, el país solicitó a la Comisión Europea que revalúe el estatus de protección de estos animales ante su expansión a zonas pobladas.
Según datos de las autoridades locales, Rumanía ha registrado 26 fallecidos y más de 270 heridos por ataques de osos en las últimas dos décadas.
EFE