La Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera de Colombia ha llevado a cabo esta semana una operación antidroga en aguas internacionales, en la que se han aprehendido un total de cuatro mil 500 kilos de cocaína que estaban ocultos en un carguero (Orión), procedente de ese país, que transportaba mil 750 vacas, cuyo destino presuntamente era Beirut, la capital libanesa.
La tripulación, compuesta por 28 personas procedentes de diferentes países, según fuentes de la investigación, han sido detenidas. La droga, oculta entre los silos de pienso de los animales, se descargó la noche del jueves bajo vigilancia de la Policía.
Los tripulantes arrestados y custodiados también por los agentes, permanecen en el barco para hacerse cargo de los cuidados de las vacas mientras se decide qué hacer con ellas. Los dos únicos colombianos que iban en el Orión son los testigos claves, según ha señalado la Policía Aduanera.
La droga estaba camuflada en los contenedores de la comida para el ganado y no dentro de los animales, como se había dicho por las redes sociales. Se trata de una vieja operación que la Policía Aduanera ha bautizado como "narcovacas".
Investigadores federales están seguros de que ellos tienen información sobre los capos en Colombia que vendieron la droga y la mafia transnacional que pagó para esconderla.
Entre el cargamento descubierto, las reses se encontraban en deplorables condiciones al ser detenidas en las Islas Canarias, por las autoridades de España.
Desde el 2019 esta práctica del narcotráfico, propia del capo de la mafia Pablo Escobar, ha venido aplicándose con cierta frecuencia en naves de este tipo, según lo explicó la senadora y defensora de los derechos de los animales Andrea Padilla, quien le ha seguido la pista a esta situación desde hace tiempo.
En alijos ocultos entre la alimentación para las reses, la Policía Nacional de España descubrió cuatro mil 500 kilos de cocaína en un buque carguero de nombre Orión V, procedente del puerto de Cartagena (Colombia).
La tragedia de las vacas
Al momento de hacer la inspección, la Policía española reportó que no fue procedente por los olores que demandaba la cantidad de animales muertos y en descomposición que habían encontrado. Una modalidad similar a la de Pablo Escobar, quien usaba los excrementos de los animales que entraban ilegalmente a Colombia para camuflar la cocaína.
La crueldad que viven las vacas en estos barcos es perversa. “Se está exportando ganado de hasta 300 kilos, animales muy flacos que deberían tener mínimo 400 kilos, una situación que termina siendo un negocio muy lucrativo para los grandes exportadores”, señaló la Senadora.
Con información de El Tiempo