Se trata de una granja que está en las orillas del río Hudson al norte de Nueva York, donde decenas de jornaleros, en su mayoría latinos escogen uno a uno los cogollos de cannabis e mayor tamaño, que van pasando frente a sus ojos por una cinta que la transporta y caen en cajas al resto de la. planta.
Sus dueños solo esperan para su distribución que las autoridades neoyorquinas den el pistoletazo de salida a su venta, con la apertura -antes de fin de año- de dispensarios legales de marihuana.
Gail Hepworth, que junto a su hermana Amy gestiona la granja, donde se cultivan también todo tipo de hortalizas, explica que han obtenido un permiso para cultivar 8.000 metros cuadrados de marihuana, pero que, en total ocupan 40.000 metros cuadrados (4 hectáreas) porque se han unido al proyecto otras cuatro personas con licencias.
El estado de Nueva York legalizó en marzo de 2021 el consumo de marihuana y comenzó un proceso para regular desde el cultivo, hasta la venta de esta droga, que es ya legal en otros estados del país.
Hepworth explica que en la actualidad cuentan con permisos para el cultivo y el procesado, pero que esperan obtener el de producción y desarrollo de semillas, así como el de distribución.
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