El presidente de Rusia, Vladímir Putin, realizó una ofrenda floral en un cementerio de Alaska, donde yacen los restos de pilotos soviéticos fallecidos durante la Segunda Guerra Mundial.
El jefe del Kremlin se acercó al camposanto después de la cumbre con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que tuvo lugar en la base militar Elmendorf-Richardson, cerca de la capital de Alaska, Anchorage.
Delante de cada tumba Putin se paró durante unos instantes, hizo una reverencia y depositó un ramo de rosas rojas.
Posteriormente, el líder ruso se dirigió hacia su avión para abandonar Alaska tras una estancia de 4 horas en suelo estadounidense.
En el cementerio visitado por el mandatario ruso están enterrados 11 militares -9 de ellos pilotos- y 2 ciudadanos soviéticos que murieron entre 1942 y 1945 al intentar trasladar los aviones que les había suministrado Estados Unidos.
Previamente, Putin destacó en la rueda de prensa con Trump que en América y, particularmente en Alaska, se conserva “un gran legado cultural ruso”.
“Templos ortodoxos, muchos, más de 700 puntos geográficos que tienen procedencia rusa”, dijo.
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Noticia al Día/Información de El Comentario