Portugal ha entrado en el segundo día de estado de alerta debido a las altas temperaturas, con 32 incendios activos y más de 1.600 bomberos sobre el terreno. A primera hora de la mañana de este lunes 4 de agosto, la situación parecía haberse calmado, pero se advierte del cansancio de los bomberos y de sospechas de incendios provocados en lo que se perfila como una semana difícil.
La mayor concentración de recursos se encuentra en el distrito de Vila Real, en el norte del país, donde hay al menos cinco incendios activos. Cuatro de ellos se encuentran en su fase final, a excepción de los incendios de Sirarelhos (municipio de Chaves), donde las llamas hacen estragos en tres freguesias diferentes: Pena, Quintã y Vila Cova.
Al comienzo de la mañana del lunes, esta parroquia contaba con el mayor número de medios del país: 364 bomberos y 121 medios terrestres. Al principio de la tarde del domingo, el alcalde de Vila Real dijo que los bomberos estaban agotados. «Hay mucha gente sobre el terreno, pero están especialmente agotados», declaró Alexandre Favaios a la prensa. «Creo que es necesario que vengan recursos que estén más frescos, que tengan más capacidad de ataque porque vamos a tener una noche especialmente exigente».
En Vila Real, donde hay varios incendios activos, un hombre sospechoso de provocar incendios fue detenido tras una alerta pública. El estado de alerta en Portugal por las altas temperaturas durará hasta el jueves. Favaios también advirtió de encendidos en diferentes momentos en diferentes lugares, diciendo que «aquí hay factores que ciertamente no se deben a las condiciones meteorológicas».
Fue precisamente en el barrio de Vila Real donde se detuvo a un sospechoso. Según los medios de comunicación los vecinos alertaron a las autoridades tras ver al hombre en las proximidades de varios incendios. Además de Vila Real, los incendios de Ponte da Barca y Celorico de Bastos, también en el norte del país, también están concentrando más recursos, cada uno con más de 300 bomberos luchando contra las llamas.
El estado de alerta en Portugal por las altas temperaturas durará hasta el jueves. Hasta entonces, hay varias restricciones, entre ellas el lanzamiento de fuegos artificiales, habitual durante las fiestas populares de verano. La decisión causó polémica en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Las restricciones impuestas por el estado de alerta incluyen también los desplazamientos y la estancia en zonas forestales, el trabajo con maquinaria y las quemas. Las organizaciones de protección civil, como los Bomberos, también deben estar alerta.
El Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA) ha emitido una alerta roja por «temperaturas extremadamente altas» para el norte del país (donde se están produciendo la mayoría de los incendios). En el resto del país, la mayoría de los distritos tienen aviso naranja y se espera que este lunes las temperaturas máximas oscilen entre los 29 y los 40 grados.
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