El papa Francisco instó a que de la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP29), que comenzará este lunes en Baku, llegue “una contribución efectiva a la protección” del planeta.
Durante el rezo del ángelus, recordó que “hace tres años se lanzó la plataforma de acción Laudato si‘”, inspirada en su encíclica y agradeció “a todos los que trabajan a favor de esta iniciativa” desafíos climáticos y consolidar los trabajos para la conservación del planeta, los intereses políticos, económicos y financieros han cambiado el orden de prioridades respecto a años precedentes y muchos delegarán sus responsabilidades.
No estará, por ejemplo, el presidente de los EE.UU.: ni el saliente, Joe Biden -confirmó que no asistiría por segundo año consecutivo-, ni su sucesor elegido esta misma semana en los comicios presidenciales, Donald Trump -cuyas posiciones críticas respecto a los desafíos ambientales son bien conocidas por lo que, tras la retirada de John Kerry como líder de la delegación estadounidense en los últimos años, su lugar lo tomará ahora el principal asesor climático en Washington, John Podesta.
Tampoco asistirá el presidente ruso, Vladímir Putin, ausente de numerosos foros internacionales desde que el conflicto que mantienen Rusia y Ucrania desde 2014 se recrudeciera con la invasión rusa de territorio ucraniano en 2022 y, en su lugar, enviará a su primer ministro, Mijail Mishustin.
Ausencias igualmente destacadas serán las del presidente de China, Xi Jinping, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aunque ambos sí estarán en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, que comienza también la próxima semana.
Entre los principales líderes europeos han confirmado que tampoco irá Úrsula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, ocupada estos días en configurar su gabinete tras renovar el cargo en las elecciones europeas del pasado mes de junio, aunque cabe la posibilidad de ver al eurocomisario de Clima, el neerlandés Wopke Hoekstra.
Tampoco estará el presidente francés, Emmanuel Macron, inmerso en una crisis política y social que no termina de clarificarse, ni el canciller federal alemán, Olaf Scholz, al que esta misma semana le ha estallado en las manos su Gobierno de coalición por las desavenencias presupuestarias con su ya exministro de Finanzas, Christian Lindner, y baraja ya convocar elecciones anticipadas como muy tarde el próximo mes de marzo.
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Noticia al Día/Información de López Doriga