Sábado 23 de noviembre de 2024
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Murió a los 30 años madre que planeó su entierro

Erika Diarte-Carr, una madre de 30 años que planeó su propio entierro tras ser diagnosticada con cáncer terminal del pulmón,…

Murió a los 30 años madre que planeó su entierro
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Erika Diarte-Carr, una madre de 30 años que planeó su propio entierro tras ser diagnosticada con cáncer terminal del pulmón, ha muerto.

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Así lo ha dado a conocer su prima, Angelique Rivera por medio de un post de Facebook.

“Con un profundo pesar les doy el último reporte de mi prima, Erika", informó Rivera este sábado. "Se ha unido en el otro lado con su mamá, Sylvia, su hermano JJ, sus tíos Chava y Loui ”.

“Luchó una batalla larga y dura", prosiguió. "Era fuerte y aguantó hasta donde pudo por sus bebés. Yo sé que estaba muy agradecida por su apoyo y amor y plegarias".

Erika era una madre soltera y tenía dos hijos: Jeremiah, de 7 años y Aaliya, de 5. "Son mi vida entera, mi luz y mi alma", dijo sobre los pequeños, quienes aparecían con ella en una foto que se hizo viral cuando ella decidió pedir ayuda en GoFundMe para poder pagar su entierro y dejarle dinero cuando ella ya no estuviera a su lado.

"Mis hijos son los que me hacen seguir adelante", exclamó Diarte-Carr —quien según FOX-13 vivía en Ogden, Utah— en sus últimos días.

La foto de Erika Diarte-Carr con sus hijos Jeremiah y Aaliya en el post de GoFundMe. donde se solicitaban inicialmente $5,000 dólares para apoyar a la familia. A la fecha se han recaudado más de 1,1 millón de dólares:

La batalla de Erika comenzó el 7 de mayo del 2022 fue a emergencias pensando que tenía el hombro lesionado. Pero lo que pensó era algo sencillo resultó ser cáncer terminal etapa 4. El médico le dijo que necesitaría mucho apoyo en casa ya que tenía varios tumores que habían hecho metástasis y por eso sentía dolor en el hombro. "Mi vida y la de mis hijos cambió para siempre", afirmó sobre el terrible momento en que recibió el diagnóstico.

Lo peor vino después, cuando en enero del 2024 la joven mamá fue diagnosticada con síndrome de Cushing. Dicho mal le hizo subir más de 60 libras en unas pocas semanas, desencadenando padecimientos de presión alta y diabetes tipo 2, entre otras complicaciones.

Valiente hasta el final, Erika siguió trabajando a tiempo completo, solo tomando días libres para sus cirugías y sus turnos de radiación y quimioterapia.

En fechas recientes su salud empeoró y tuvo que dejar de trabajar. Por eso Erika se pedían donaciones y también oraciones para ella y su familia.

Noticia al Día/People

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